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Lluvia en costales

Un mexicano vende cristales de agua sólida que almacenan hasta 500 veces su peso en líquido, una s
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

El campo mexicano cuenta con 27 millones de hectáreas cultivables, de las cuales 22 millones están en uso. Cada año, fenómenos climatológicos como inundaciones, heladas o sequías amenazan y destruyen cultivos en distintas regiones del país, dejando sin trabajo y sustento económico a miles de familias. Muchas veces, cuando alguno de estos fenómenos se manifiesta, lo único que queda por hacer es cuantificar las pérdidas.

- Entre 2000 y 2003 se perdieron cerca de cinco millones de hectáreas cultivadas debido a las sequías que azotaron al campo, de acuerdo con cifras del Servicio de Información y Estadística Agroalimentaria y Pesquera. El organismo, que depende de la Sagarpa, considera que es difícil cuantificar en pesos y centavos dicha pérdida, ya que los cultivos se pierden en distintas etapas de su desarrollo.

- Sin embargo, en el mercado mexicano existe un producto que podría aliviar la angustia de muchos agricultores que cada año ven sus cosechas amenazadas por la falta de agua. El producto es conocido como Lluvia Sólida, nombre con el que Comercializadora Redi ha bautizado la tecnología conocida como Silos de Agua, creada en Estados Unidos por la compañía Monsanto.

- Cristales gigantes
La Lluvia Sólida se asemeja a la sal o al granizo. Es un granulado de color blanco, derivado del petróleo y compuesto por poliacrilamidas, acrilato de potasio y silicatos de aluminio. Su principal propiedad es la de almacenar agua.

- “Lo que hace este granulado, y por eso lleva el nombre de silo, es almacenar agua. En la medida que tiene contacto con el agua en estado líquido, ésta penetra al interior”, explica Sergio Rico Velasco director de Comercializadora Redi. Cada pequeño grano tiene capacidad para almacenar 500 veces su peso en agua; es decir, un kilogramo del producto puede almacenar hasta 500 kilogramos (litros) de agua. El proceso de almacenar el agua en el silo (o hidratación del granulado) puede hacerse aprovechando el agua de las lluvias. Es tan simple como armar un sistema de canales en las azoteas para recolectar el agua de lluvia en tambos de 200 litros, donde previamente se colocan 400 gramos de silos. Una vez captada el agua en los tambos, los silos harán su labor y la absorberán en el lapso de unas cuantas horas. Este proceso dará como resultado “agua en pedazos” o lluvia sólida, la cual puede guardarse en costales de plástico y almacenarse hasta por cinco meses para ser utilizada cuando se presente la sequía. “Un campesino ya no necesita hacer peregrinaciones para conseguir el líquido, puede guardarla en un costal y utilizarla en la fecha que decida”, apunta Rico Velasco.

- Una vez que la lluvia ha sido guardada en costales, su manejo es sencillo. Basta con almacenarlos. “Es la primera vez en la historia de la humanidad que podemos manejar la lluvia en estas condiciones”, afirma Rico Velasco.

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- Todo tipo de usos
La lluvia sólida puede utilizarse en cualquier tipo de cultivo: hortalizas, cereales, pastos, árboles maderables o frutales, incluso orgánicos. Lo importante es que se encuentre en contacto con la raíz, para que ésta pueda aprovechar la humedad.

- La forma de aplicar los silos puede variar dependiendo de las necesidades del agricultor. Una vez hidratado, el silo puede utilizarse para la siembra, mezclándolo con la tierra y colocándolo en el fondo del surco. Posteriormente, se colocan las semillas y se cubren con la tierra; de esta forma, tienen garantizadas las condiciones de humedad necesarias para germinar y comenzar su desarrollo.

- Otra de las opciones consiste en colocar el silo en forma de granulado. Así, cuando comienzan las lluvias irá almacenando el agua que se filtra a través de la tierra en su camino hacia el subsuelo. Mientras haya lluvia, la raíz aprovechará el agua líquida que llega de la superficie. Cuando termine la temporada de lluvias, utilizará la humedad que le proporcione la lluvia sólida.

- Incluso, Rico comenta que los silos han salvado plantaciones que estaban a punto de perderse. Lo que hizo fue levantar la tierra hasta encontrar la raíz de la planta y sembrar la lluvia sólida hidratada. Una vez bajo tierra, los silos pueden regresar a su estado original (granulado), pero cuando entran de nuevo en contacto con la lluvia o el agua de riego, la absorben y almacenan.

- Y el uso depende de las necesidades más que de las limitaciones del producto: agua para uso cotidiano, para uso industrial, para fertilizantes, entre otras.

- Agua por kilo
El costo de la tecnología depende del cultivo y de las condiciones de clima y tierra en que se encuentre. Un kilogramo de lluvia sólida vale $110 pesos más IVA. Por el momento, Comercializadora Redi vende unas 10 toneladas mensuales, pues se está logrando la penetración estimada. A un año deberán superar las 200 toneladas anuales.

- De acuerdo con Rico, en términos generales se recomienda aplicar 20 kilogramos por hectárea para frijol; 25 kilogramos para maíz y 40 kilogramos para caña de azúcar. Sin embargo, quien tiene la última palabra es el cliente: “Esto se hace de la mano del productor, ya que es quien tiene conocimiento de su cultivo, de la tierra y del clima. Tiene más sensibilidad para decidir al respecto.”

- De acuerdo con el entrevistado, el alcance de esta tecnología va más allá de permitir a los cultivos seguir vivos durante la temporada de sequía. Utilizando los silos de agua puede incrementarse la productividad de los mismos y reducirse los costos de riego, lo que podría contribuir al mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de quienes trabajan la tierra.

- La época de mayor desarrollo para plantas y árboles se da durante la época de lluvias, una vez que ésta termina, su desarrollo se vuelve más lento. Sin embargo, si la raíz de la planta cuenta con una reserva de agua su crecimiento puede continuar durante algunos meses adicionales, lo que se traduce en mejores rendimientos por hectárea. “Con esta tecnología los cultivos van a crecer durante las lluvias y van a crecer mientras la reserva de agua está trabajando”, asegura.

- Logros aislados
Aunque la adopción de la tecnología ha sido lenta, Comercializadora Redi ya se encuentra realizando un proyecto de la mano del gobierno de Morelos, en el que se va a apoyar a los agricultores para la adquisición del producto.  En el Nevado de Toluca, bajo el patrocinio de Banamex, ya se están realizando labores de reforestación. Rico Velasco concluye: “Va a ser la tecnología más útil de este siglo, ya que los problemas de agua van a ser más difíciles cada día”.

- De acuerdo con Rico Velasco, las acciones de reforestación resultan arduas y hasta cierto punto inútiles porque el índice de mortandad de los árboles nuevos puede llegar hasta 80%. Según pruebas realizadas por Comercializadora Redi, aplicando lluvia sólida se pueden tener éxito de hasta 75%.

- Otro ejemplo de cómo esta tecnología puede utilizarse para preservar el medio ambiente son las pruebas que ha realizado la Organización Vida Silvestre (OVIS).

- Con el fin de mejorar el hábitat de especies como el borrego Cimarrón o el venado, que habitan el desierto de Altar en Sonora, la organización auspiciada por Vitro, implantó lluvia sólida –de forma experimental y en áreas pequeñas y controladas– en las raíces de las plantas que les sirven como alimento. Esto, con el fin de que los arbustos pudieran mantenerse vivos y retoñar, y así, los animales tuvieran mayor disponibilidad de comida y menos necesidad de desplazarse en busca de la misma.

- Desafortunadamente, en el desierto los periodos de sequía son tan largos que no han tenido oportunidad de medir el impacto del uso de la lluvia sólida.

- Los resultados obtenidos en cultivos controlados han dado beneficios cuantificables que bien podrían emplearse en el campo mexicano. La última palabra la tienen los gobiernos de los estados en apoyar este tipo de medidas efectivas.

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