Hace unos 15 años se introdujo en el mercado occidental una tendencia muy exitosa en Asia: bebidas con ingredientes como la cafeína, taurina, guaraná y efedrina, que prometen aumentar la energía y la agudeza mental. El líder indiscutible del mercado es la austriaca Red Bull, que contiene cafeína, el aminoácido taurina (que no se deriva del testículo de toro, como se rumora), vitaminas y minerales. La firma vende más de 2,000 millones de latas en 50 países a los veinte y treintañeros que quieren alargar su jornada. La compañía afirma que sus ingredientes son saludables, no adictivos, y que su uso moderado, en la misma proporción que se tomaría café, aporta beneficios.
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Hay otras marcas de bebidas energéticas que proponen los mismos resultados, pero como todavía no existen lineamientos claros para su elaboración, pueden contener todo tipo de componentes inocuos, como ginseng, polen, o potencialmente dañinos, como ma huang y efedrina.
David Pearson, investigador del Laboratorio de Desempeño Humano de Estados Unidos, afirma que mezclar este tipo de estimulantes con alcohol puede bajar la presión arterial y causar fallas cardiopulmonares. Tampoco son bebidas rehidratantes, así que si se toman para aguantar fuerte ejercicio físico, se tiene que tomar también mucha agua.