Las heridas abiertas en la planta productiva nacional por la coyuntura económica tienen su expresión más alarmante en el índice de desocupación. Según datos del INEGI, al mes de julio pasado la tasa de desempleo abierto representó 7.3% de la Población Económicamente Activa (estimada en alrededor de 35 millones). En la Encuesta Nacional de Empleo Urbano se destaca que, del total de los desocupados abiertos a nivel nacional, 89.1% contaba con experiencia laboral, mientras que el restante 10.9% no la tenía. Es decir, la mayor parte perdió su trabajo.
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Las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social no son menos escalofriantes. Hasta julio pasado, de acuerdo con la institución, dejaron de operar en el país más de 8,000 establecimientos industriales, comerciales y de servicios, lo que significó que cerca de un millón de personas perdieran sus fuentes formales de empleo. La disyuntiva de los miles de reclutas del ejército de desocupados está entre sumarse a los más de 10 millones de informales, cruzar a nado el río Bravo por un puñado de dólares, o bien, pedir limosnas en la calle.
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Contra lo que muchos piensan, también los puestos ejecutivos se distinguen por su escasez. Además de que sus ingresos se han visto disminuidos (y más vale no ponerse a convertir los modestos sueldos en pesos a dólares), el cierre de empresas y plantas necesariamente conlleva a despidos en todos los niveles.
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El problema, sin embargo, es que la economía mexicana está acorralada en estos momentos. La reactivación económica en buena parte depende de que no se sigan perdiendo empleos y de que la población recupere capacidad de consumo (porque pocas empresas pueden decirle de plano adiós al mercado interno y vivir de exportaciones). Y a la inversa: mejorar la situación del empleo sólo será posible con la propia reactivación de la economía. Todo un laberinto.
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Más humor, más polémica
-Al mal tiempo, buena cara. El humor de Helguera es bienvenido en EXPANSIÓN. Desde este número, siempre pensando en nuestros lectores, el destacado caricaturista se sumará al desfile de cartones que ya marchan en la revista con las firmas de Palomo, Isaac y Calderón en la página de Apuntes.
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Asimismo, la sección de Enfoques modifica su dinámica. De manera muy periodística, vía reportajes, a partir de esta edición se aboca a la investigación, el repaso y la confrontación de los asuntos más polémicos de la economía, la política y la sociedad en México.
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