Socio Director Mercer
38 años
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Un día John Deutch, el rector del MIT que después fuera director de la CIA, le preguntó a Manuel Rodríguez, ¿tú sabes lo que es un cacique? “Le dije que en México eran líderes que explotaban a sus empleados. Me contestó: ‘Bien, pues aquí el cacique soy yo’, a lo que repliqué: I can be a son of a bitch too”. En esa época el MIT enfrentaba una crisis, ya que ocho estudiantes se habían suicidado y Rodríguez logró no sólo ser el primer extranjero en la universidad en 150 años, sino también convenció a la institución de cambiar el plan de estudios para instaurar más humanidades, cuando llegó a ser presidente de los alumnos.
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Antes de ingresar al MIT y posteriormente ser el brazo derecho de Luis Téllez, Rodríguez entró a trabajar en Booz, Allen & Hamilton. Colaboró en Singapur, Honk Kong y Malasia. Años más tarde regresó a México y trabajó en el gobierno durante todo el sexenio del presidente Salinas, en las secretarías de Hacienda y de Agricultura y en la campaña de Ernesto Zedillo. “Estuve dentro de los proyectos de estabilización del pacto, la renegociación de la deuda y el relanzamiento de Procampo, trabajando muy de cerca con Téllez. En la campaña de Zedillo fui director ejecutivo de Asesores, elaborando lo que debía decir el candidato en sus discursos. Tres meses antes de la toma de posesión de Zedillo invité a comer a Luis Téllez para darle dos noticias, una buena y una mala: la buena era que Alicia, mi esposa, iba a tener un bebé y quería que Consuelo, su mujer, y él, fueran los padrinos del niño. La mala era que no iba a participar en la próxima administración.”
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Esa decisión crucial la tomó por tres razones: se dio cuenta de que la vida no era de velocidad sino de resistencia; estaba convencido de que no es lo mismo ser trapecista con red que sin ella, y no quería hacer cosas con las que no estuviera de acuerdo. Además, había perdido el control de su tiempo. “Ya me daba miedo organizar una cena en mi casa pues no sabía si iba a llegar. La vida es como el maratón: si corres la primera milla en cinco minutos seguramente no vas a ganar, pero si la corres en cuatro, no acabas la carrera.”
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Fue entonces cuando fundó un despacho de consultoría, llamado Análisis y Desarrollo de Proyectos, el cual fue adquirido en 2000 por Marsh & McLennan Company, la holding de Mercer.
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¿Cuál ha sido su llave del éxito? “La perseverancia y formar un equipo sin tratar de clonarte. Un buen cuadro de futbol tiene de todo: porteros, defensas, medios y delanteros. Aunque Ronaldo es un excelente jugador, no sería un muy buen equipo el que tuviera 11 Ronaldos”. Además, la equitación ha sido un punto trascendental en su desarrollo: “estoy todos los días arriba de un caballo a las seis de la mañana, lo que me ayuda a desestresarme, al grado de que, cuando regresé a la equitación, hace tres años, en la casa y en mi oficina me dijeron que si hubieran sabido que esa era la solución para quitarme el estrés, ellos hubieran comprado el caballo”.