Después de que en 1995 la mayoría de las empresas turísticas tuviera problemas financieros por los altos intereses y la desaceleración de la economía, este 1996 la situación se presenta diferente. Aunque de manera lenta, las principales empresas empiezan a contagiarse de una mayor actividad económica: con excepción de Situr, el consorcio turístico más grande del país, las firmas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) redujeron pasivos de corto plazo y obtuvieron utilidades.
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Según reportes trimestrales de la BMV, en el periodo enero-septiembre de 1996 las ventas totales de las empresas turísticas descendieron 11%, al facturar $2,830.5 millones de pesos. De las seis emisoras, sólo Hoteles Casa Grande registró un aumento. Cabe resaltar que esta emisora cuenta con tres hoteles, una administradora y operadora de hoteles, y una agencia de viajes, aunque en conjunto sólo cubre 1% de las ventas totales del ramo.
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Los pasivos totales de este grupo de emisoras registraron un fuerte crecimiento, pero en su mayor parte corresponden a Situr, empresa que aporta casi el 90% del pasivo. Esta situación ha orillado a la firma tapatía a desprenderse de varios activos. Su renglón de inmuebles, plantas y equipos descendió 14%, lo que equivale a los activos totales de Aristos y Grupo Calinda.
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Con respecto a la utilidad neta, Situr contabilizó una pérdida de $812 millones de pesos, resultado que contrasta con la utilidad de $51 millones de pesos que obtuvo en el mismo lapso de 1995. Las cinco firmas restantes registraron ganancias por $490 millones de pesos, después de que en 1995 tuvieron pérdidas por $352 millones de pesos.
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Para los próximos meses el panorama es diferente para cada una de las empresas turísticas. Por ejemplo, Posadas, que tuvo un crecimiento considerable en su utilidad, invierte para ampliar su infraestructura: destinará $70 millones de dólares en la construcción de un hotel en Baja California Sur con capacidad de 600 cuartos. Además, recientemente inauguró dos hoteles Fiesta Inn, uno en San Luis Potosí y el otro en Belice, y en 1997 empezarán a operar un Fiesta Americana en Monterrey y un Fiesta Inn en el Estado de México.
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En cambio, Situr continúa reestructurando su deuda, ya que sus pasivos son superiores a su capacidad de pago. Los recursos que obtuvo con la venta que realizó en febrero del Hotel Continental Plaza Aeropuerto y de su participación en la construcción de un hotel en la Ciudad de México, no fueron suficientes.
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Actualmente pretende vender proyectos y desarrollos turísticos para cubrir su deuda. Así, el grupo controlador que presiden los hermanos Martínez Güitrón ha seleccionado activos de Situr con un valor estimado en $1,080 millones de dólares, para su venta o intercambio, de acuerdo con los planes de reestructuración. Este monto cubrirá aproximadamente 70% de su deuda total.