Producto de la nanotecnología, la electrónica y la alta moda, los textiles "inteligentes" se abren paso en el mercado revolucionando el concepto del vestido. En este terreno trabajan grandes cadenas de ropa, fabricantes de telas sintéticas y firmas de telecomunicación. El gigante de la química DuPont proyecta textiles que podrán ajustar la talla y cambiar de color, con sólo apretar un botón. También planea tejidos con hilos conductores que regularán la temperatura de acuerdo al clima.
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Por su parte, las tiendas Burlington están apostando a telas que no se arrugan o ensucian. El año pasado adquirió Nano-Tech, empresa que patentó una marca de calcetines hechos con capa molecular cuyo atributo principal es absorber los malos olores.
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Otra variante en este tipo de moda es la integración de dispositivos personales de comunicación a la indumentaria de trabajo. El mercado de telas inteligentes tiene mucho futuro, sobre todo en los nichos de deportes, ropa infantil y laboral.
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