Mujer con aroma de café
La red se teje en torno a una taza de café. Esta aromática bebida ha sido por siglos un lazo comunicante que se presta para recrear historias personales y ajenas. “Millones de consumidores disfrutamos bebiendo café y millones de campesinos viven de la actividad cafetalera, actualmente en crisis. Esta maravillosa bebida, que ha conquistado al mundo entero, es el vínculo entre lo rural y lo urbano. Por eso decidimos crear la Red de Consumidores de Café. Era el último eslabón de la cadena sin atender: están los productores, los industriales, los comercializadores, los torrefactores, pero en la mesa faltaba el consumidor, que es el que hace del café una necesidad.”
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Gabriela Ejea es quien describe con pasión la idea que tuvo hace años y que concretó en el comienzo del siglo XXI: “Creamos una asociación civil cuya finalidad es involucrar a consumidores que gustan de tomar buen café y deciden comprometerse con un proyecto que implica acciones a favor de los pequeños productores.”
¿Cómo participar?
Gabriela dice: “Hay que consumir café directo del pequeño productor; colaborar en las actividades de promoción, sensibilización y recreativas que organiza la red; hacer pronunciamientos públicos a favor de los campesinos y tomar parte en actividades concretas con las cooperativas de agricultores y sus comunidades.”