Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Nada es lo que parece

-
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

Freakonomics. Vaya término. Asusta. Aún más, cuando nos cercioramos de que, en nuestro papel ineludible de ciudadanos y de consumidores, somos mucho más ingenuos de lo que solemos creer y admitir. Hay demasiadas cosas que simplemente no vemos. Otras que, ni hablar, nomás no queremos vislumbrar. Pero lo claro es que nada es lo que parece.

-

Los muy irreverentes Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner son los autores de Freakonomics, un libro que, apenas apareció, se puso en boca de todos en los países de habla inglesa, a partir del establecimiento de una premisa poco convencional: si la moralidad representa cómo queremos que sea el mundo, la economía lo representa tal como es. Con ese cinismo, Levitt (graduado de Harvard y del MIT y profesor de Economía de la Universidad de Chicago) y Dubner (periodista de The New York Times Magazine) nos sumergen dentro del mundo “tal cual es”, que nunca es lo que parece ser, por lo que el libro es, íntegro, una exploración por los rincones ocultos de prácticamente todo: los círculos íntimos de una banda suministradora de crack, los agentes de bienes raíces, los mitos financieros de las campañas políticas, los secretos del Ku Klux Klan, la corrupción detrás de las luchas de sumo, las verdaderas causas del ascenso de las tasas de criminalidad, etcétera.

-

¿Qué une a todas estas situaciones inconexas? Sus dimensiones ocultas: todo aquello que escapa a teorías establecidas (que, de cualquier modo, casi siempre resultan incompletas o fallidas) y a lo que se supone que conocemos. Así, la belleza de la inventiva se mira en el espejo con las fuerzas ocultas del engaño. El poder de la información crece en sentido proporcional a los abusos de poder. Mientras más dramáticos son los efectos visibles de algo, más distantes pueden ser sus causas. Los incentivos mueven todas las palancas del mundo moderno, y entender cómo operan es la llave para resolver muchas más cosas de las que podemos imaginar. A final de cuentas, el encanto de Freakonomics es lo que termina por revelar y explicar: cómo hace la gente para obtener lo que desea.

Publicidad

-

Según Levitt, la economía “es una ciencia con excelentes herramientas para encontrar respuestas, pero con una seria sequía de preguntas interesantes”. Y, en ese sentido, este hombre ha desarrollado la habilidad de preguntarse cosas fuera de la caja. ¿Qué es más peligrosa: una pistola o una alberca? Las respuestas siempre serán sorprendentes.

-

Aunque Levitt no es el economista más prestigiado dentro de ciertos círculos académicos rigurosos, su curiosidad y su intuición son reveladoras y bienvenidas, sobre todo cuando la incertidumbre marca nuestras agendas y la sabiduría convencional ha dado muestras fehacientes de equivocarse con frecuencia.

-

Dicho de otro modo, el mundo parece ser un paraíso sólo para los jugadores de póquer. Si aceptamos la premisa, la observación empírica ofrece mejores herramientas que la precisión científica. Puede sonar de repente un poco trivial, pero ya se antoja que la heterodoxia se imponga sobre la ortodoxia.

-

El autor es periodista de negocios y tiene una lujuriosa obsesión por encontrar todas las teorías de conspiración posibles detrás de todo.
Comentarios:
jstaines@expansion.com.mx

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad