Es común que un cambio de estrategia en la empresa traiga nuevas responsabilidades con las que los directivos tienen que lidiar. En ese entorno, la toma de decisiones pude demostrar la capacidad de liderazgo o evidenciar las debilidades del ceo. Algunas películas de esta temporada contienen varios consejos aplicables a la alta dirección.
- Sin límites plantea que no hay un solo hombre de negocios que no quisiera tener un IQ de cuatro cifras, sinónimo de éxito en los mercados, pero ¿están todos listos para enfrentar tal grado de poderío? Eddie Morra es un escritor fracasado cuya vida cambia al probar una droga secreta que aumenta su capacidad mental en niveles exponenciales, tales como recordar todo lo que lee o escucha y aprender un idioma con sólo oírlo, así que usa sus nuevas capacidades para multiplicar su dinero en Wall Street. El gurú de los negocios Carl von Loon le pide asesoría para la fusión corporativa más grande de todos los tiempos y, a cambio, le enseñará que todo ascenso estrepitoso puede venir acompañado de una dolorosa caída.
- Michael Douglas protagoniza Un hombre solitario quien tras cometer una serie de estafas en su negocio de venta de autos y quedar arruinado, tiene la oportunidad de retomar su carrera desde el inicio. El financiamiento para una nueva concesionaria que promete ponerlo de nuevo en la cima es casi un hecho, pero una mala decisión personal lo hace retroceder varios pasos en el terreno ganado. Douglas es un líder que no se atreve a pedir ayuda, y se sumerge en un abismo del que sólo podrá salir si reconoce sus errores y acepta la ayuda de sus allegados.
- La película Dinero sucio, que fue calificada por el Boston Globe como una obra maestra, se ha vuelto una enciclopedia de los fraudes bancarios que se descubrieron con la quiebra de Lehman Brothers en 2008. Es clave para entender la gestación de la reciente crisis financiera. La lección de esta investigación tiene que ver con la ambición, pues uno de los entrevistados afirma que los ingenieros financieros construyen sueños, pero cuando esos sueños se vuelven pesadillas, otras personas pagan por ello.