Además del negocio de los comestibles, Nestlé está en el de la belleza desde hace 30 años. Es uno de los accionistas clave de L’Oréal, junto con Liliane Bettencourt –hija de Eugène Schueller, fundador de la firma cosmética–.
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Desde 1974, la casa francesa es 51% propiedad de la heredera y 49% de la multinacional suiza. Eso regirá hasta marzo de 2004, cuando expiren los acuerdos de asociación.
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Liliane Bettencourt es una anciana viuda que desea conservar sus acciones en L’Oréal mientras viva. A su muerte, Nestlé podrá ser candidata a adquirir los títulos, siempre y cuando la hija de la accionista mayoritaria no los venda a un mejor postor.
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En 1981 ambas compañías volvieron a estrechar lazos para crear un laboratorio farmacéutico especializado en productos dermatológicos. Una de sus últimas noticias es la creación de una línea de alimentos con acción cosmética –por ejemplo, gelatinas que combaten el acné o cereales para retardar la caída del cabello– cuyo mercado piloto fue Inglaterra y posiblemente en 2004 lleguen a México.