IBM / Premio a la diversidad
Ya nada queda de aquella corporación de ambiente extremadamente formal, puertas cerradas, trajes oscuros y ejecutivos de edad madura casi inalcanzables. El cambio fue gradual y se llevó muchos años, pero hoy el resultado es visible.
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Uno de los puntos sobresalientes que reflejó la encuesta del empleado fue el esquema de diversidad iniciado hace un lustro y cuya finalidad era retener a las ejecutivas que, tras su embarazo, dejaban la empresa para atender a su familia.
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En el consorcio ya existía un programa para mantener la fuerza de trabajo talentosa, así que la oficina de México asumió el compromiso de dar igualdad de oportunidades a las mujeres a través de horarios más flexibles. El plan maduró y actualmente tiene dos ejes. El primero consiste en que la contratación, promoción y compensación del empleado se den sin importar raza, religión, discapacidad o preferencia sexual. El segundo pretende crear conciencia sobre las necesidades específicas que estos grupos puedan tener para desarrollar sus funciones. Se trata de integrar y respetar.
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Funciona con la formación de equipos (denominados Diversity Network Groups) que generan iniciativas de desarrollo profesional, que luego serán revisadas y aprobadas por un Consejo de Diversidad.
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IBM tiene dos grupos de mujeres con horarios individuales, semana reducida, trabajo de tiempo parcial y permiso de ausencia hasta por dos años sin goce de sueldo; uno de personas con discapacidad, para quienes se han adaptado las instalaciones y el espacio; y dos de homosexuales, que se han declarado como tales sin miedo al rechazo.
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El grupo de madres ejecutivas se incrementó en poco tiempo, lo que no sucedió con el de minusválidos porque muchos de ellos no recurren a las compañías debido a que están predispuestos a ser rechazados. No obstante, esta comunidad también ha prosperado y un ejemplo de ello es Isaías Mendieta Otero, que tiene capacidades diferentes, lo que no le ha impedido trabajar en el puesto de web master. El grupo de homosexuales fue el más difícil de crear. Sin embargo, cuando Recursos Humanos lo planteó a uno de sus actuales miembros, éste consideró que era el momento idóneo para ventilar la situación y hacer ver a todos sus compañeros que sus preferencias sexuales no tienen nada que ver con ser irresponsables o irrespetuosos, como algunos creían.
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Lo más insólito que sucedió fue que los organizadores empezaron a recibir solicitudes de hombres que pidieron gozar de las mismas opciones que las mamás, para estar más tiempo con sus hijos y balancear su vida personal con el trabajo.
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–Con información del Great Place to Work Institute.