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Novell <br>Prioridades de un gigante

Tras haber gozado de un dominio casi único en el mercado de redes, esta firma ha recompuesto su ope
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

En el sector informático, una de las estrategias empresariales más usuales es atacar un nicho, especializarse y llegar a ocupar la posición de líder. No obstante, la realidad se ha encargado de acotar los alcances de esta táctica, pues cuando se carece de un plan claro y viable para enfrentar a la competencia futura los logros resultan insuficientes. A pesar de los éxitos que se obtengan en el presente, la incertidumbre sobre lo que puede venir en unos años ni se aleja ni desaparece como por arte de magia.

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Ese es el caso en el que se puede catalogar a Novell, campeón de los sistemas operativos para redes, desde los ya lejanos días en que sólo servían para compartir archivos y servicios de impresión. Hoy, las redes son la tendencia aceptada en casi todas las organizaciones y aunque esta firma ofrece los servicios más sofisticados, ya no es la única en ese mercado.

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Su éxito económico no es desdeñable: ventas por $1,375 millones de dólares en 1996. Sin embargo, analistas e inversionistas mantienen serias dudas sobre su futuro, pues recientemente el especializado nicho de mercado de Novel ha sido atacado e invadido con éxito por Microsoft.

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Mi lucha con Bill
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En la actualidad, Novell cuenta con 55 millones de usuarios y la mayor base instalada de sistemas operativos para redes en todo el mundo. Pero no siempre les ha sonreído la suerte. Hace unos años decidieron diversificarse y entrar al mercado de las aplicaciones para escritorio. Adquirieron empresas y buscaron competir contra el líder en ese nicho: Microsoft.

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El resultado fue una contundente derrota para esta firma, también conocida como el “Gigante Rojo”. Tras la debacle, Novell debió retirarse y aplicar su mayor esfuerzo en atender su nicho original, con la vista puesta en Internet. La corrección obligó a vender alrededor de 20 negocios y absorber pérdidas millonarias; los números rojos no tardaron en aparecer.

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Para entonces, Microsoft ya había pasado al ataque, comenzando a cosechar éxitos con su nuevo sistema operativo para redes -(Windows NT), convirtiéndose, día con día en un peligroso rival. En agosto de 1996 la crisis de la firma llegó a su máximo nivel, cuando Robert Frankenberg, el director general -(Chief Executive Officer, CEO), se vio orillado a renunciar.

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Mientras Joseph Marengi quedó como presidente y director de operaciones, Novell inició la búsqueda de la persona que podría sustituir a Frankenberg. La dirección general quedó nominalmente a cargo de John Young, ex directivo de Hewlett-Packard y miembro del consejo de administración. El humo blanco apareció en marzo pasado. Sorpresivamente. se anunció que el elegido era Eric Schmidt, hasta entonces máximo responsable de tecnología -(Chief Technology Officer) de Sun Microsystems. El nombramiento ha despertado optimismo.

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Sin embargo, a finales de junio salió de la firma Marengi, con quien se esperaba hiciera mancuerna el nuevo director (antes habían renunciado un par de ejecutivos clave, quienes se pasaron al campo enemigo, desarrollando aplicaciones compatibles con -Windows NT).

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Por si fuera poco, en el segundo trimestre del año las ventas bajaron y hubo pérdidas. Nadie espera que la situación mejore para el siguiente trimestre, durante el cual también se planea un recorte de personal (alrededor de 20%).

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No fueron pocos los que quedaron sorprendidos por la decisión de Schmidt de abandonar su posición en Sun, a la cual él mismo había calificado como “la mejor del mundo”. Por ella, el directivo guardaba buenas posibilidades de suceder a Scott McNealy, actual presidente de esa firma.

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No obstante, en entrevista exclusiva con Expansión, Schmidt sostiene que la suya fue una decisión correcta y se muestra optimista de lo que puede lograr en Novell, al tiempo que rechaza la anunciada muerte de esta firma, pronosticada por especialistas y directivos de la industria: “Es una locura considerarlo siquiera –dice–, sólo porque está compitiendo contra Microsoft. Es fácil criticar a las empresas si no se las conoce.”

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El ejecutivo cree que Novell tiene todo para salir adelante: “La compañía tiene un equipo operativo con el que se puede trabajar. Ha redefinido a los servicios de redes, directorios, seguridad y comercio electrónico; y tiene una gran base instalada de usuarios”.

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Sobre el peligro que Microsoft representa, Schmidt admite que, como Dios, la compañía de Bill Gates podrá estar en todas partes, “pero eso no significa que sean exitosos en todo. Tiene una fuerte maquinaria de mercadotecnia, pero el escenario cambia cuando se considera que no hay una solución que funcione en todos los casos.”

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Interrogado sobre la posibilidad de que NT sustituya a -IntranetWare (responsable de 65% de los ingresos de la compañía), Schmidt es tajante: “Bienvenidos al mundo real, -Windows NT no tiene un sistema de directorios (NDS) tan eficiente como nosotros y su sistema de seguridad no es confiable. No es confiable para aplicaciones de misión crítica y esa situación se mantendrá por lo menos los próximos tres años”.

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Los técnicos concuerdan con el director de Novell en la debilidad tecnológica de -NT. Sin embargo, éste no parece ser un argumento de peso para quienes lo han adoptado en sus redes. De acuerdo con Select-IDC, firma investigadora de mercados, tan sólo en 1996 Microsoft vendió 700,000 unidades de este sistema operativo, más que las vendidas en el mismo periodo por el “Gigante Rojo” o todas las de -UNIX, el otro gran sistema operativo para redes empresariales.

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Entre Internet y java
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Pese a la confianza que mantiene en su tecnología, Novell no se ha cruzado de brazos y busca reposicionar sus productos como la plataforma idónea, que le permitirá a las empresas convertir sus actuales redes locales de cómputo (LAN) en intranets corporativas (usando las herramientas de Internet).

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El primer paso fue transformar el sistema operativo -NetWare en IntranetWare, con lo cual se abre la posibilidad de crear intranets corporativas. Los siguientes pasos han consistido en ampliar las herramientas asociadas con Internet.

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Prueba de ello fue la presentación en mayo pasado de -Border Services, un producto que conecta a Internet (público) con la intranet corporativa como un canal privado seguro. A corto plazo, en Novell se espera que los NDSs y -GroupWise –su herramienta para manejo de correo electrónico y colaboración– también estén disponibles para Internet.

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Schmidt considera que la clave para lograrlo es Java, el lenguaje de programación desarrollado por Sun y cuyas aplicaciones prometen correr en cualquier arquitectura, con lo que el ejecutivo refrenda su fidelidad: “No he cambiado mi religión: sigo siendo -Mr. Java.”

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Pero esta alianza no es la única que Novell ha establecido con una firma archirrival de Microsoft, pues junto con Netscape se ha creado una nueva empresa (Novonyx), dedicada al desarrollo de la Web. Junto con Oracle, Novell anunció un acuerdo para combinar los productos de ambas firmas.

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El camino tecnológico propuesto por Schmidt se considera arriesgado, aunque hay posibilidades de éxito dado su conocimiento del área; pero en la parte administrativa no cuenta con la confianza de todos, dada su limitada experiencia.

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Al nuevo director general de Novell se le considera un hábil creador de equipos de trabajo, pero los analistas insisten en que la renuncia de Marengi es un mal síntoma, pues la amplia experiencia de éste en el manejo de la operación diaria de la empresa (donde fue vicepresidente de ventas) se habría convertido en una poderosa ventaja.

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Por otro lado, hay quienes ven las cosas desde otra óptica: haber mantenido a un número dos con tal poder, hubiera representado un peligroso rival. No obstante, admiten que carecer de ejecutivos capaces de hacerse cargo de la empresa en el futuro es un riesgo. Basta considerar los más de seis meses transcurridos entre la llegada de Schmidt y la salida del anterior director general.

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Renuente a participar en estas especulaciones, el ejecutivo sólo ha subrayado que las lecciones sobre cómo se debe dirigir las aprendió de McNealy, su anterior jefe: “Mantenerse enfocado en pocas cosas, pero lograr que ocurran.”

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