El año 2002 está cerca de su fin. Por lo ocurrido hasta el momento, pocos sectores comerciales sentirán nostalgia respecto a este periodo: deceleración económica en todo el orbe, escándalos financieros y tensiones políticas.
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La industria del cómputo y las telecomunicaciones no conservará un grato recuerdo del presente año. Después de un lucrativo arranque de milenio, impulsado fundamentalmente por el problema del cambio de fecha en los sistemas de cómputo, los proveedores del sector ahora se enfrentan a una dolorosa realidad: las empresas y los usuarios finales gastaron menos dinero en la adquisición de tecnología.
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No obstante, como lo muestran las investigaciones de Gartner, la carrera tecnológica no detuvo su marcha. En la operación de una compañía y en las actividades cotidianas de una persona, el uso de una computadora, celular o servidor de red resulta inevitable. A pesar del mal momento, la tecnología no ha perdido su papel esencial en la vida diaria del siglo XXI.