“La seguridad no está reñida con la distinción y la elegancia” dicen los promotores de las famosas torres de Residencial del Bosque, ubicadas en la calle de Rubén Darío –frente al bosque de Chapultepec–, en el corazón de la Ciudad de México. Quienes tienen el privilegio de vivir en este complejo cuentan, entre otros lujos, con canchas de tenis, alberca techada, salones de fiesta, helipuerto y circuitos cerrados de televisión para prevenir robos y secuestros.
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Roberto Trad, director de Residencial del Bosque, afirma que estos departamentos están pensados para gente que busca seguridad y tranquilidad y que tiene muy alto nivel de vida. ¿Cuenta con $1 millón de dólares para comprar un departamento de 500 metros cuadrados? Es suyo. Considere también un desembolso de $6,000 pesos mensuales para mantenimiento.
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Las torres de tono rojizo son en verdad imponentes y cualquiera que cruce la zona de Polanco las verá sobresalir por su tamaño y diseño de vanguardia. El arquitecto César Belli concibió este proyecto a principios de los 90, cuando el país vivía el lindo sueño salinista.