Para você, mi cuate

Intelbras es una empresa políticamente correcta. Casi a la medida de Brasil, gobernado por el laborista Luiz Inácio Lula da Silva. Prioriza la contratación de mujeres y discapacitados. Su plan de negocios está enfocado a los consumidores de menores ingresos. ¿Una cuestión ideológica? Más bien una simple ecuación estratégica. Se propone liderar el mercado de conmutadores y teléfonos, en un continente donde sobran necesidades y escasean recursos (de hecho, el PIB per cápita en Latinoamérica creció a un ritmo de apenas 1.3% en los últimos dos años).

- La crisis como oportunidad
Una década le tomó a la firma conquistar tres cuartas partes del mercado brasileño, con productos entre 31 y 50% más baratos que los de Panasonic, y entre 12 y 45% más económicos que los de Samsung.

- Se expandió a siete países latinoamericanos, desde Argentina hasta El Salvador. Ahora se propone conquistar México, donde el margen de crecimiento del negocio es superior al de Sudamérica. Según la Cofetel, en el país el número de líneas telefónicas llega apenas a 15.2 por cada 100 habitantes, contra 27.8 de Uruguay, por ejemplo. Los brasileños ya tienen 1% del mercado nacional de aparatos telefónicos y 2% del de conmutadores.

- “Aspiramos a que, al final de esta década, cuatro de cada 10 familias nacionales tengan nuestros auriculares en casa”, dice Sergio Ortiz, director general de Intelbras México.

- Plan para México
Intelbras estableció su representación comercial en México en 2002. Al año siguiente del desembarco facturó $400,000 dólares y proyecta llegar a $2 millones de dólares en este año.

- Para cumplir con esta meta, armó una red de 5,000 distribuidores individuales y acuerdos con dos empresas, Radio Shack y Carrefour. Con Wal-Mart prepara un plan de maquila de teléfonos. Desde hace un año, la telefónica Maxcom vende los aparatos brasileños y con Telmex negocia la inclusión de sus modelos en los catálogos.