Proveedores. No hay queja
"Es importante ayudar a nuestros proveedores para que se mantengan fuertes. Es la manera de asegurarnos la continuidad de su servicio y de su -excelencia", dice Bill Johnson. Para él, una sola variable importa: la calidad. ¿Y el buen precio? "También cuenta -responde-, pero primero nos tienen que asegurar la calidad que pedimos."
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En McDonalds no existen los contratos con los proveedores: todo se hace de palabra. Ni siquiera con Coca-Cola, con la que ha establecido una "hermandad mundial", hubo necesidad de arreglos escritos: todo fue cuestión de un buen apretón de manos entre sus dos presidentes mundiales.
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Pero el hecho de que los proveedores no cuenten con compromisos escritos, no significa que McDonalds sea informal en sus tratos. "Mientras nos entreguen calidad, nunca les vamos a fallar y siempre estaremos para apoyarlos", asegura Johnson.
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En México, si bien las cifras no son en absoluto desdeñables, el monto de las transacciones aún no representa un negocio exorbitante para unos proveedores que, en su gran mayoría, forman parte de las más importantes industrias cada sector.
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Mientras que para Bimbo los pedidos de McDonalds equivalen a 7% de los bollos que elabora diariamente en sus plantas, para Coca-Cola le supone 1% de su producción total en México (la refresquera posee 58% del mercado nacional, es decir: 1,160 millones de cajas/unidad).
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En el caso de Cartonajes Estrella, que fabrica empaques de cartón, las famosas -Cajitas Felices únicamente le representan 5 % de su producción total, si bien la asociación con McDonalds le ha permitido adentrarse en nuevos mercados. A través de la multinacional, la empresa ya ha exportado sus empaques a varios países de América Latina. No obstante, sus directivos aseguran que "esta exportación es todavía esporádica y menor".
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La carne de la crisis. Trosi de Carnes nació hace cuatro años para ser proveedor exclusivo de McDonalds en México, y ahora exporta 150 toneladas mensuales de carne preparada a Puerto Rico, que es un mercado con alto potencial de crecimiento a corto plazo. Isidro Cantú, gerente general de la planta ubicada en Apodaca, Nuevo León, explica que antes de finalizar el año también empezarán a surtir a los restaurantes de la franquicia que operan en Arabia, lo que representa ventas aproximadas de 75 toneladas por mes en la primera etapa.
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En cierta forma, las exportaciones compensarán la reducción de 40 toneladas mensuales que ha registrado el consumo nacional en 1995. Para este año, aclara el directivo, habían proyectado aumentar su producción a más de 250 toneladas para los clientes de México, pero la crisis cambió los planes radicalmente, así que ahora están buscando nuevos nichos de mercado en El Salvador, Costa Rica, Colombia y otros países de la región que no cuentan con plantas procesadoras y que presentan tendencias de crecimiento en su volumen de compra.
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Trosi de Carnes es una coinversión mexicana-estadounidense, en la que participan a partes iguales el grupo regiomontano Conagro, encabezado por Policarpo Elizondo, y Otto&Sons Industries, proveedor exclusivo de McDonalds en Estados Unidos. Se trata de una planta pequeña en la que trabajan 78 personas para entregar a los clientes hamburguesas congeladas "de carne de primera" en presentaciones de 45 y 113 gramos.
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La materia prima es carne deshuesada que debe cumplir ciertas especificaciones en cuanto a contenido de grasa. El 60% se adquiere de proveedores nacionales de Aguascalientes, Chihuahua y Zacatecas, y el resto se importa de Colorado, Milwaukee y lowa. Cantú afirma que el producto que entregan a McDonalds es 100% carne -sin condimentos- y su calidad está por encima de los estándares que exige la corporación norteamericana. "Tenemos el departamento de control de calidad idóneo para hacer todas las pruebas", dice.
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Hasta diciembre de 1994, la empresa importaba 85% de su materia prima porque era más barato comprar en Australia, Canadá o Estados Unidos que en México. Con el Tratado de Libre Comercio, las opciones se redujeron a los nuevos socios comerciales porque no pagan arancel, pero las devaluaciones que se ha registrado en los últimos 12 meses dieron un nuevo giro a los esquemas y ahora la compañía sólo compra en el exterior la carne de ganado gordo que necesita para cubrir el contenido de grasa especificado para el producto.
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El proceso de producción es muy sencillo. La planta tiene tres molinos, una máquina formadora y un congelador rápido que en 12 minutos congela la carne a 23 grados bajo cero. El producto es enviado al centro de distribución que se encuentra en la ciudad de México y de ahí se hacen las entregas a los McDonalds de todo el país. La capacidad actual de producción es de 530 toneladas mensuales, pero Cantú aclara que es necesario conseguir nuevos clientes para cumplir la meta, pues calcula que para diciembre, con las primeras ventas a Arabia, trabajarán a 80% de su capacidad.
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Aunque la economía nacional está pasando por uno de sus momentos más difíciles, su posición ante el futuro es optimista, ya que la paridad actual del peso frente al dólar ubica a Trosi de Carnes como una empresa competitiva en el plano internacional. De hecho, actualmente puede ofrecer mejor precio que los competidores de Estados Unidos y es probable que esto facilite la entrada a otros mercados externos, incluyendo Texas, que ya está en la mira. Todo depende del incremento en la producción, ya que es una empresa altamente sensible a los volúmenes y esto repercute favorablemente en el precio de venta.
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De McDonalds, Cantú no tiene queja: "En las buenas y en las malas, en la crisis y en la no-crisis, ha sido muy buen cliente y estamos satisfechos por ser su proveedor exclusivo."
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Así, todos coinciden: McDonalds paga rápido y bien. Nunca se salta los términos acordados y tampoco intenta regatear los centavos. Por lo que cuentan, tratar con McDonalds es negocio seguro.