La economía de Brasil está disfrutando de su mejor momento en el mercado financiero, desde la crisis de 2002. Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), las políticas prudentes que adoptó la administración de Luiz Inácio Lula da Silva han estimulado “una transformación significativa de la economía”. Esto permitió al país crecer 5.2% en 2004, su tasa más acelerada en una década.
- “Las condiciones del mercado financiero son actualmente las mejores en muchos años”, dijo el organismo con base en Washington en un reporte sobre la economía brasileña. Elogió a las autoridades cariocas por sus “logros sustanciales” en reducir la inflación en 2004. Pero no hay que echar las campanas al vuelo e insta al Banco Central a mantener una vigilancia estrecha del comportamiento de la inflación.
- Junto al aval y la gracia que reciben del FMI, los brasileños tienen motivos suficientes para salir a las calles a rumbear luego de que las autoridades económicas anunciaron que no renovarán su acuerdo con el organismo multilateral, es decir, ya no estarán bajo su tutela económica.
- La expectación por la renovación o no del acuerdo de contingencia (stand-by) por un valor de $42,100 millones de dólares que fue firmado en septiembre de 2002 y renovado en diciembre de 2003, terminó el pasado mes de abril cuando el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, anunció que no habría una nueva prórroga.
- “Después de tantos y tantos años dependiendo de los préstamos del FMI, nuestro país finalmente ha conseguido equilibrar sus cuentas y su balanza de pagos, con lo cual ha puesto su economía en orden y no necesita más la ayuda del FMI”, dijo Palocci en cadena nacional de radio y televisión.
- En los últimos seis años, el FMI puso a disposición de Brasil más de $70,000 millones de dólares para ayudarle a capear turbulencias que comenzaron con la crisis rusa, en vísperas de las elecciones presidenciales brasileñas de 1998.