La directora de Comunicación Social y vocera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público comenta, entre otras cosas, los pasos del gobierno rumbo a una nueva reforma fiscal.
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¿Cuál es el reto de la Secretaría de Hacienda?
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En el corto plazo, lograr una reforma hacia la nueva hacienda pública, en el sistema financiero y en la administración del gasto público. Un México de menos contrastes si se logran las modificaciones fiscales que proponemos.
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¿Qué pasaría si la reforma fiscal es rechazada?
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No pasaría nada; pero decir esto significa que el país seguiría siendo el mismo y lo que queremos es un México distinto.
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¿Cuál es la premisa de la reforma que proponen?
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Aumentar la base y diseñar patrones donde haya contribuyentes que paguen más de lo que pagan hoy; el principio no es igualdad, sino equidad. Facilitar la vida al contribuyente con la simplificación y desregulación de trámites, además de transparencia en el uso de recursos y rendimiento de cuentas.
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¿Por qué gravar alimentos y medicinas?
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La mayor parte del IVA que no se recauda por alimentos y medicinas no se recupera en los estratos más altos. La lógica es retirar el subsidio implícito a los que más tienen y diseñar mecanismos para compensar por el pago del impuestos a los que menos tienen.
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¿La propuesta fiscal es más amplia?
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En efecto, la reforma involucra otros impuestos donde se estudian modificaciones y diferencias para situaciones especiales. Es verdad que buscamos más impuestos, pero también hay una campaña para hacer más eficiente el gasto del gobierno y eliminar lo que no sea necesario. -RA
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