Radiografía del sistema financiero
La crisis por la que atraviesa el sistema bancario de México, además de mostrar el fracaso de la estrategia para mejorar la banca por medio de su privatización, está configurando un nuevo panorama en el sistema financiero nacional. Una nueva privatización de los bancos, después de su costoso salvamento por medio del Programa de Capitalización Temporal (Procapte), está en marcha, ahora con la participación de capital foráneo. La divisa: “privatizar para eficientar” ha sido sustituida por la de “desnacionalizar para salvar”. Así las cosas, y no obstante que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) permite la operación de instituciones con participación mayoritaria extranjera a partir del año 2000, el gobierno mexicano ha decidido acelerar la apertura unilateralmente.
-
Por lo que hace a los principales rasgos de las instituciones financieras al término de 1995, se observó que los activos totales mostraron una contracción de 23.9% en términos reales, con lo cual sumaron $1’206,289 millones de pesos. Junto a esta dramática reducción de sus recursos, debe considerarse la no menos fuerte reducción en su rentabilidad. Si en 1994 las utilidades combinadas de las 319 instituciones financieras consideradas representaron 1.38 veces el capital contable, al cierre de 1995 esta relación había caído a 0.29 veces. Y no es extraño, ya que las utilidades totales combinadas se redujeron en 77.5%.
-
Por último, un rasgo destacable del sistema financiero mexicano es el elevado grado de concentración que muestran sus activos. En efecto, de los $1.2 billones de recursos totales movilizados en 1995, la banca aportó 78.5%, siguiéndole en importancia las casas de bolsa con 13.7% y las aseguradoras con 3.9%. El resto fue aportado por arrendadoras, empresas de factoraje, afianzadoras, casas de cambio y almacenadoras.