Cristina es austriaca y llegó a México contratada por una empresa europea dedicada a los seguros, para trabajar en el área de Finanzas en su filial mexicana. Un sábado por la tarde fue secuestrada dentro un taxi en la avenida Insurgentes del Distrito Federal y obligada a extraer dinero de un cajero automático. Su odisea terminó al día siguiente, cuando su cuenta ya estaba vacía y ella había sido violada reiteradamente por tres delincuentes.
- Asesorada por un abogado que contrató la firma donde trabajaba, comenzó con la difícil tarea de denunciar un hecho tan delicado. Tras contar con lujo de detalles el tormento que vivió al primer policía que recibió su denuncia, tuvo que regresar al bunker de denuncias cinco veces más. En cada oportunidad y ante personal poco preparado, con poca contención y entre burlas reiteradas, volvió a contar toda la película y ahondar más y más en los detalles de aquellas violaciones.
- El abogado tardó ocho meses en conseguir la cinta de video de aquel cajero automático, tarea que la Policía no pudo terminar. Cristina decidió abandonar México y regresar a Suiza. Diez meses más tarde las autoridades detuvieron a los 3 delincuentes gracias a aquel video.
- El drama de Cristina no fue el último. En ese lapso de torpeza del Ministerio Público, otras 15 mujeres sufrieron la misma agresión por los mismos delincuentes. Un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación y Docencia Económicas AC, señala que más de 60% de la población en reclusión fue capturada en flagrancia por la policía preventiva. Esto indica que las Procuradurías tienen escasa capacidad para llevar a cabo una investigación policíaca experta que permita capturar a delincuentes profesionales.
- LAS PROPUESTAS
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- Contar con un mayor número de agentes del Ministerio Público y darles los recursos adecuados para llevar a cabo sus funciones.
- Ninguna denuncia debe archivarse sin conocimiento de la víctima, que debe tener derecho a oponerse a esta situación.
- Decretar la absoluta secrecía de los datos de las víctimas de secuestro y sus testigos.
- Sensibilización de los agentes en la manera de atender a las víctimas.
- Se debe evitar en la medida de lo posible el careo de la víctima con el delincuente, sobre todo en delitos graves.
- Eliminar la averiguación previa y hacer un juicio oral directo, en presencia de un juez, un fiscal y un abogado defensor. Significaría un cambio de la cultura legal del país, que requeriría por lo menos dos décadas.
- Deben crearse oficinas para que los declarantes puedan expresarse en un ambiente de privacidad.
- Debe hacerse al menos una evaluación anual de la actuación de los agentes del Ministerio Público, de la policía judicial y de los peritos. Hay que tener en cuenta el número de averiguaciones previas concluidas.
- Formar un Banco Nacional de Huellas Dactilares completo. Actualmente, sólo existe el registro de los agentes y los prisioneros.
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Fuentes: Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad AC, Sigrid Artz, Propuesta de Reforma Judicial de la administración Fox, México Unido Contra la Delincuencia.