Este será un año que difícilmente olvidará la familia Albarrán, principal accionista de Jugos del Valle.
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La empresa mexicana se convirtió en la presa más codiciada para firmas multinacionales de bebidas que buscan ampliar su cartera de productos en el país. Esta lucha por el control del productor de jugos originó que en los últimos 12 meses el precio de sus acciones aumentara cuatro veces. Formalmente PepsiCo fue el primer interesado. Las negociaciones no progresaron porque los Albarrán consideraron que la oferta no reflejaba el valor de su compañía. Jugos del Valle siempre reconoció que mantenía tratos con varios grupos, aunque “los accionistas nunca han promovido la venta: simplemente han abierto sus puertas a quienes quieren realizar alguna alianza”, declaró Roberto Albarrán, presidente de la firma, en marzo de este año.
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Al relevo de la refresquera entró Kraft Foods North America, la cual pretende hacerse del 100% de las acciones del corporativo y de una participación relevante en un mercado valuado en $1,000 millones de dólares al año. Antes de poner su oferta sobre la mesa deberá concluir el proceso de revisión contable habitual en estas operaciones para determinar, en primer lugar, el nivel de deuda y el capital de trabajo disponible.