Remesas por transferencias electrónicas
De lunes a viernes los bancos de la zona instalan casetas en la puerta del Consulado de México en Oxnard, California. La fila que ya se ha formado avanza junto a estos módulos de información. Y es que los bancos están allí para ayudar a los mexicanos a abrir lo que a menudo es su primera cuenta en Estados Unidos.
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La realidad es que no solamente es más fácil ahorrar dinero y cambiar cheques a través de una cuenta hoy en día, también las transferencias electrónicas permiten a los inmigrantes enviar dinero a México de manera más rápida y económica que con los otros métodos.
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Las transferencias electrónicas, que facilitan a los gobiernos el seguimiento del dinero que se envía, son cada vez más habituales. Al mismo tiempo, son una manera de evitar las preocupaciones que están surgiendo sobre la cantidad de dólares reportados que se destinan a México, pues algunas instituciones consideran que las cifras dadas a conocer están infladas.
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Más sencillo, más barato
La cantidad de dinero que se envía, entre dos personas, desde Estados Unidos a México se ha incrementado de manera constante, alcanzando los $16,600 millones de dólares en 2004.
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También en los últimos 10 años aumentó el número de transferencias electrónicas, fundamentalmente por los bajos costos resultado de los esfuerzos de programas como “The Partnership for Prosperity” y los consulados mexicanos que instan a los mexicanos a abrir cuentas en Estados Unidos y enviar dinero electrónicamente, en vez de los tradicionales giros postales.
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El programa “The Partnership for Prosperity” es un acuerdo entre el gobierno mexicano y el estadounidense que intenta promover el desarrollo, a través de estos esfuerzos, en las áreas de México donde se ha desacelerado el crecimiento económico y que ha sido una de las causas de la migración.
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El costo del envío de dinero de Los Ángeles a México disminuyó casi 40% desde agosto de 1999 a junio de 2003. El costo se redujo a la mitad. Los giros postales aún son una opción. En la Casa de Cambio Calle Quinta en Oxnard, se pueden usar tanto las transferencias electrónicas como los giros postales, menciona Hilda Ortiz, gerente de la oficina bancaria.
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Los bancos instalados en las proximidades del consulado enseñan a los mexicanos inmigrantes métodos para ahorrar dinero y cómo adoptar los medios del sistema económico estadounidense.
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El Consulado de México en Oxnard también emite una tarjeta consular, mejor conocida como matrícula, que es una forma alternativa de identificación para los ciudadanos mexicanos. Algunos inmigrantes ingresan a Estados Unidos sin identificación, por lo que les es imposible abrir una cuenta bancaria. Con esta tarjeta, se puede asentar una cuenta y hacer transferencias fácilmente.
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Lupe Martínez, de Wells Fargo, afirma que algunos abren una cuenta con el solo propósito de transferir dinero. Wells Fargo tiene un programa especial, llamado “InterCuenta Express”, en el que cada transacción cuesta $8 dólares y el dinero está disponible al día siguiente.
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En noviembre de 2001 Wells Fargo se convirtió en el primer banco estadounidense en aceptar la matrícula consular para abrir una cuenta o cambiar cheques. El banco ha abierto más de 400,000 cuentas con ese método.
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Hasta hace poco los bancos entendieron la necesidad de los mexicanos de enviar dinero a su país. Fue entonces cuando descubrieron que también podrían ser nuevos clientes. Los analistas consideran que los bancos se dieron cuenta que es un gran negocio. Hace 10 años no les parecía interesante.
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¿Cuánto es lo que se envía y cuánto lo llega?
En 2004, las remesas provenientes de Estados Unidos alcanzaron los $16,600 millones de dólares; no obstante, la mayoría de los analistas dicen que es posible que las familias mexicanas estén recibiendo aproximadamente la mitad de esa cantidad, considera Jorge Santibañez, presidente del College of the Northern Border de Tijuana.
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Aún se están llevando a cabo los estudios específicos, pero Santibañez, junto con Rodolfo Corona, también del College of the Northern Border, y Rodolfo Tuirán, comisionado del Ministerio Federal de Asuntos Sociales de México, señalan que desde 2001 tienen conocimiento de esta discrepancia. Así que son cuatro años en los que han estado debatiendo con el Banco de México acerca del mejor método de medición del dinero que ingresa a México.
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Santibañez expresó que cuando vio la cantidad de dinero que México estaba recibiendo y la pobreza que se observa en algunas zonas, fue cuando no encontró coincidencia. No cuestiona la cantidad de dinero que el Banco de México transfiere y reporta, sino más bien a dónde va a parar ese dinero.
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El dinero que se envía desde Estados Unidos a México podría ser usado para pagar a los guías que cruzan a los mexicanos a través de las fronteras, que cuestan $2,000 dólares por persona, o como dinero que se transfiere para negocios a través de cuentas personales.
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Estas discrepancias se están discutiendo en un momento en que los inmigrantes mexicanos están cambiando su método para enviar dinero a sus hogares. En definitiva, las transferencias electrónicas serán un mejor termómetro para el seguimiento del dinero, lo que despejará el velo.
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