Rápido alivio hispano
José de la Peña se encargó de rejuvenecer una marca de 75 años. Si en México la tarea era complicada, más en Estados Unidos, donde Sal de Uvas Picot compite con miles de antiácidos. La única forma de batallar era atender al mercado hispano, una minoría en crecimiento y que está compuesta en mayor medida por emigrantes mexicanos. “Enfatizamos el lado nostálgico del producto”, dice.
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Y tuvo éxito. El segmento que dirige representa en promedio 13% de las ventas del Grupo ($25 millones de dólares). Además, desde hace un año la marca tiene un crecimiento de 25% al año en ventas en Estados Unidos, donde también rivaliza con uno de los grandes: Alka-Seltzer. Pero a diferencia de éste, la estrategia de Picot se desarrolla desde México, donde Peña funge como director de marca en una de las tres divisiones del conglomerado.
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Aunque nació en Perú, a varios cientos de kilómetros de la unión americana, conoce el mercado por sus trabajos en Indianápolis y Palo Alto. En la ciudad del oeste trabajó en Eli Lilly, diseñando estrategias de mercadotecnia para nuevos productos de insulina en Canadá y América Latina. En Silicon Valley creó un programa de entrenamiento para desempleados de firmas como Hewlett-Packard y Oracle.
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Después de tanto trajín, hace tres años aterrizó en México, donde se convertirá en papá.