No satisfecho con la adquisición, hace un año, de la firma hotelera Caesar Park, el acogedor Grupo Posadas se lanza al mercado sudamericano... Lo hará por partes: la dimensión del proyecto lo exige.
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La aventura comienza en Brasil, gracias a su asociación con una constructora local: Inpar Construçoes. Ambas, previa firma de un contrato –de $105 millones de dólares– piensan incrementar, en los próximos dos años, la oferta hotelera de São Paulo en 1,200 habitaciones, con un hotel de lujo (operado por la marca Caesar Park) en el aeropuerto internacional de Guarulhos y dirigido, no es una casualidad, a hombres de negocios: de los 14 millones de viajeros que aterrizan en esta ciudad, 95% son ejecutivos. “Si hemos elegido este nicho de mercado y no el de los resorts, a pesar de nuestra experiencia, es porque hasta ahora el esfuerzo por desarrollar el turismo en Brasil es demasiado marginal”, explica Jorge Carvallo, vicepresidente de desarrollo de Grupo Posadas –operador, entre otros, de los hoteles Fiesta Americana–.
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También en São Paulo, en una de sus avenidas más importantes, Caesar Park abrirá otro hotel, aunque con una variante: cada una de las 400 habitaciones será vendida a inversionistas y colocada en un pool para renta diaria y operación hotelera. Una original manera de financiamiento.
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No es todo: Grupo Posadas se dejará ver, para el 2001, en uno de los más exclusivos complejos comerciales y residenciales de la industrializada ciudad brasileña. Después en mercados vírgenes en el interior de estados como Río de Janeiro o Minas Gerais y, a corto plazo, Argentina.
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¿Miedo a endeudarse en exceso? Parece que no. “Es importante tener cautela, pero Posadas no ha dejado de desarrollarse a pesar de los obstáculos. Ante una situación riesgosa en tipos de cambio, vemos por las divisas que nos conciernen y buscamos nuestra cobertura. Así sobrevivimos a la última crisis brasileña... No somos chivos sueltos en una cristalería”.