EL SEDUCTOR DE LA PATRIA
- Enrique Serna
- México, Joaquín Mortiz, 1999
- 520 páginas
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Reconstruir personajes históricos desde el espacio de la ficción es, sin duda, tarea ardua, pues para lograr el cometido, la investigación debe ser tan rigurosa como la del más sesudo tratado de historia y es mucha la tentación de colocar en un primer plano el producto de desvelos documentales. Después de todo, reunir la preciada información es quehacer de años, de interminables pesquisas y de no menos numerosos cotejos y comprobaciones. Sin embargo, en su novela sobre Antonio López de Santa Anna, Enrique Serna logra evadir toda tentación que pudiera darle un tono academicista a su obra; por el contrario, ya desde las primeras líneas seduce al lector hasta el punto en que las más de 500 páginas se vuelven insuficientes.
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En esta obra, Serna presenta a un Santa Anna de carne y hueso tan vivo como todos sus contemporáneos con los cuales interactúa. Con la prosa cuidada de sus novelas anteriores (Uno soñaba que era rey, Señorita México, El miedo a los animales), y una penetrante visión de la época, Serna despliega ante el lector un escenario rico en detalles que da cuenta de la vida en un periodo nodal de la historia nacional.
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Cartas íntimas y oficiales, comunicados, fragmentos de diarios, documentos y hasta proclamas se entretejen con un manejo acertado del suspenso no exento de humor y una sólida penetración psicológica. Es así como se abre paso a los laberintos de una personalidad tan controvertida como la de Santa Anna.
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Además, se agradece a Serna la inclusión de un índice dedicado a personajes históricos y una cronología comentada a la que se suma una bibliografía para todos aquellos interesados en seguir los pasos de quien se autoproclamara “alteza serenísima”. Después de lectura tan inquietante, no serán pocos los que deseen continuar investigando por cuenta propia acerca de este personaje y quienes lo rodearon.