Casi desde que empezó el sexenio, el gobierno ha dicho que no habrá problemas para el pago de vencimientos de la deuda externa. Ahora la Secretaría de Hacienda y el Banco de México presentaron el “blindaje económico” que consiste, en esencia, en evitar problemas a la hora del vencimiento de la deuda.
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Este paquete “contribuirá decisivamente a garantizar la estabilidad de la economía mexicana durante el periodo de cambio de gobierno”, explica José Angel Gurría, secretario de Hacienda.
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Como aclara Héctor Chávez, economista en jefe de Santander Investment México, “desde hace tiempo se decía que había que refinanciar los vencimientos”.
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El Programa de Fortalecimiento Financiero 1999-2000 agrupa recursos por $16,900 millones de dólares para refinanciar deuda y para comercio exterior, así como $6,800 millones de dólares de líneas de crédito incluidas en el Acuerdo Financiero de América del Norte.
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Gran parte de esas líneas ya habían sido anunciadas antes. En todo caso, el anuncio –sólo empañado por un temblor– impulsó a la Bolsa Mexicana de Valores, nerviosa por las malas noticias de Serfin.
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Aun con su sabor a mercadotecnia, el paquete ayudará a generar confianza, reconoce Chávez, quien advierte que el gobierno debe evitar la tentación de manipular variables, en especial el tipo de cambio, como lo ha hecho en otros sexenios. Si el mercado funciona con transparencia, los únicos castigados serían los que apuesten contra el peso, porque al demostrarse que no pasa nada, la moneda terminaría fortaleciéndose. Según los economistas, ese final feliz requerirá que se acaben los aprendices de brujos.