Seamos una Súper Empresa

Cinco años trabajando en una empresa puede ser un suspiro o una eternidad, todo depende cómo se siente la persona con su trabajo y la empresa, con su empleado. Los últimos cinco años, sin embargo, han sido una durísima e inusual prueba de resistencia para ambas partes.

- Entre 2006 y 2010 ha pasado casi de todo, y muchos de estos sucesos han sido inéditos: la elección presidencial más peleada de la historia; la epidemia de influenza y la crisis económica tuvieron a las empresas bajo intensa presión hasta que la recuperación llegó en 2010.

- Este recuento viene a colación porque en esta edición celebramos el quinto aniversario de las Súper Empresas, el lugar en donde todos quieren trabajar. Y no podíamos dejar de valorar el desafío que significó para la relación empresa-empleado.

- Eso nos animó a buscar lo que definía las Súper Empresas de este año y hallamos que fue ‘emoción’. Los desafíos de los últimos años filtraron los equipos para dejarlos más integrados que antes. Las empresas desarrollaron más que nunca las habilidades de sus líderes, a través de los cuales fortalecieron los lazos de confianza con su personal. Y mientras esto pasaba, se reconoció el valor de la diversidad, que antes eran graciosas concesiones, pero ahora comienza a verse como un factor de competitividad y de enriquecimiento dentro de las compañías.

- Esperamos que este listado de Súper Empresas no deje de crecer (pág. 44). Y como confi amos que así será, este año realizamos dos cambios muy relevantes. El primero fue elevar el piso a los criterios de entrada a este ranking (pusimos como límite inferior 101 empleados en servicios y 250 en manufactura, más facturación de al menos 200 MDP en ventas). El segundo fue dividir el listado en tres, con el criterio del número de empleados. La razón de esta medida fue porque con este ranking queremos elevar la calidad de los empleos en México a través de lo que mejor saben hacer las empresas: competir.

- Nos da gusto tener presente a través de esta franquicia que, más allá de los productos o servicios que produzca una empresa, el componente más importante que tiene una compañía es la gente.

- Los últimos 20 meses

- La seguridad acapara la agenda pública, y es un tema que no podía faltar en la entrevista de Expansión al presidente Felipe Calderón (pág. 74). Nos parece destacable su reconocimiento de los pendientes que aún existen para tener un Poder Judicial eficiente y especializado, para cerrar la pinza en temas tan relevantes en la lucha contra el crimen organizado, como el lavado de dinero, o en realidades económicas, como las disputas empresariales.

- El tema que prevaleció fue el económico. El Presidente habló de la guerra en el sector de las telecomunicaciones y advirtió que el gobierno, como árbitro-regulador, está dispuesto a sacar la tarjeta roja en caso de ser necesaria. La amarilla ya la mostró. Creemos que este y otros sectores requieren de eso, de árbitros con tarjetas que además tengan valentía para sacarlas.

- También hemos mostrado en numerosos artículos que hay caminos legales que las empresas se saben de memoria para evadir la ley. Por eso nos parece muy relevante que el Presidente anuncie el envío al Congreso de una propuesta para reformar la Ley de Amparo y evitar que se siga usando una garantía diseñada para proteger a los más débiles como una medida para detener la acción de la justicia o postergar indefinidamente acciones esenciales para el desarrollo de nuestro país, especialmente en competencia y singularmente en telecomunicaciones y licitaciones públicas.

- Habló también de las elecciones de 2012, del candidato puntero y de la desconexión que hay entre la percepción y la realidad de la imagen de México. Sabemos que los 20 meses que le quedan en el cargo al momento en que hicimos la entrevista, dan poco margen de maniobra para los grandes cambios. Pero también creemos que estamos frente a un periodo que va a definir el futuro del país en cuanto al Estado de derecho, la competitividad y el proceso electoral. El presidente Felipe Calderón tiene la gran responsabilidad de pensar en su legado, respirar hondo y actuar como hombre de Estado ante estos retos.

- Comentarios: opinion@expansion.com.mx