Es noche de jueves, quizá, pero el día en realidad no importa. Las horas que se han dejado atrás han sido intensas. Al traspasar el umbral de la puerta el silencio de casa sugiere ser llenado pausadamente, tal vez con un jazz suave, para empezar. Una vez entrados en ritmo un trago que combine varios elementos y colores, la mezcla también insinúa salir de la soledad y pasar a la intimidad de pareja, de preferencia, o también la compañía de un par de buenos amigos. Los detalles alimentan los sentimientos positivos. He aquí una fórmula de agasajo: un buen coctel y música pensada para la ocasión.
- LA MÚSICA
Michael Boublé
El debut de este cantante canadiense de 25 años lo ha puesto en los primeros lugares de las listas de ventas de jazz en Estados Unidos y México. La fórmula es simple: retoma grandes éxitos de los años 70, 60 e incluso de los 50. Su voz puede ser como la de Sinatra o la de Bennet; sin embargo, su interpretación es mucho más cercana a la sensibilidad de las nuevas generaciones. Nada más reconfortante, suave y sensual para una noche de relajada intimidad.
- EL COCTEL
Doble visión
Combinar en un vaso alto:
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- Absolut Citron y Kurant: la cantidad ideal para una mezcla armónica es una onza de cada uno, pero en cocteles y en la búsqueda de sensaciones, todo depende del gusto, e incluso de las circunstancias.
- Hielo al gusto.
- Jugo de manzana: suficiente para aportar el registro dulce y el color a la bebida; el ámbar es un tono que se antoja.
- Piel de manzana verde: delgada y en forma de rizo.
- Una rodaja de limón.
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