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Si Colosio viviera...

Para los mexicanos, el camino al desarrollo siempre ha estado lleno de oportunidades perdidas, puert
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

En más de una ocasión se ha dicho que el día que mataron a Colosio fue el día que México perdió la oportunidad para salir adelante, el día que perdimos el rumbo. Mucho se sigue hablando del cómo y el porqué de este terrible asesinato, pero nadie se ha hecho la pregunta de si sería hoy el panorama económico diferente si aquel crimen nunca hubiera ocurrido.

- El asesinato de Colosio y el panorama de incertidumbre que cubrió al país jugaron un papel determinante en la crisis económica que se desencadenó pocos meses después; pero este evento no fue la causa, sino simplemente el detonador de una situación que llevaba meses o años gestándose.

- El país ya atravesaba, aunque sin notarlo, por una precaria situación económica y financiera: un perfil de endeudamiento público muy riesgoso; un sistema bancario muy deteriorado por el creciente número de créditos vencidos; y bancos sin capital suficiente para prever tan alto número de préstamos impagos, la cifra de créditos vencidos y un ambiente de inseguridad, instigado por el levantamiento de Chiapas y otros sucesos que habían cambiado la percepción del riesgo-país.

- De no haber sucedido el asesinato, que exacerbó la salida de reservas internacionales sentenciando a la economía, el - error de diciembre de 1994 no se hubiera evitado, simplemente postergado.

- Cualquier estornudo económico en otra parte del mundo o el desequilibrio político interno hubiera desencadenado una situación muy similar a la que vivimos en 1995, y que de cierta manera hoy seguimos resolviendo.

- Ahí está el detalle
-
Sin pretender minimizar o trivializar su muerte, pensar que “el destino de México se perdió con el asesinato de Colosio” es una frase que nos condena.

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- Para nosotros, los mexicanos, el camino al desarrollo siempre ha estado lleno de oportunidades perdidas, puertas que otros –país, evento o escándalos– nos han cerrado. Así evitamos ver el panorama completo y la complejidad de los problemas. Es más fácil apuntar con el dedo que verse en un espejo.

- Hoy, en los albores de una carrera adelantada por la sucesión presidencial, debemos entender que ningún hombre tiene tanto poder como para virar el curso de un país. Esta es una responsabilidad compartida por todos nosotros, seamos políticos, empresarios o ciudadanos.

- Después de todo, los sucesos trascendentales no ocurren bajo la luz de los reflectores, sino en el silencioso esfuerzo y en las pequeñas decisiones de la vida cotidiana.

- Comentarios: adina@prodigy.net.mx .

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