Softtek. Software con sabor mexicano
Hay relaciones comerciales que se definen con unas cuantas palabras. Por ejemplo: Estados Unidos produce tecnología y México la consume. En el mejor de los casos, la industria tecnológica del vecino país, además, recurre a la barata mano de obra del país para manufacturar mercancías.
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A partir de 2000, el caso de Softtek, compañía mexicana especializada en el desarrollo de software, exige una definición diferente. En 1998, la empresa estableció una filial en territorio del Tío Sam; aunque el inicio de operaciones resultó complicado, hoy esa oficina ya no es una simple apuesta. Softtek US diseña soluciones de software para clientes como General Electric, Shell y Citigroup. Además, la filial crece a un ritmo anual de 35% , según cifras proporcionadas por la organización. La compañía espera que su participación en la Unión Americana genere ventas por arriba de $300 millones de dólares en el mediano plazo.
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Trascender la frontera norte del país no representa el primer esfuerzo de expansión de la firma. Softtek cuenta con oficinas en Europa y Latinoamérica (Argentina, Brasil, Colombia, Puerto Rico, Perú, Venezuela). No obstante, la filial estadounidense es uno de los puntos más importantes dentro de la estrategia corporativa de Softtek, reconoce Blanca Treviño, presidenta y directora ejecutiva de la compañía. "En este momento, una de las prioridades de la compañía es fortalecer su posición en el mercado de Estado Unidos."
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La firma mexicana tiene oficinas en California, Illinois, Nueva York, Texas y Atlanta. El interés por aprovechar las oportunidades de negocio que ofrece este país, comenta, se consolidó durante el año pasado, en el que Softtek alcanzó ventas por $824.6 millones de pesos.
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"En 2000 la empresa concentró muchos recursos, económicos y humanos, en la oficina de Estados Unidos. La decisión provocó cambios en la operación de la compañía. Por un lado, en lugar de ofrecer todos los servicios relacionados con tecnologías de información (como se hacía antes), Softtek se especializaría en áreas muy particulares: principalmente, el desarrollo de software. Asimismo, la estrategia ahora está muy basada en factores geográficos y no tanto en cuestiones de proyectos o tareas particulares", explica la ejecutiva.
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Para dirigir los cañones más allá del Río Bravo, la firma de tecnología tuvo que realizar algunos sacrificios. Treviño comenta: "Aunque no se están descuidando las áreas donde Softtek mantiene una posición fuerte, es un hecho que los esfuerzos ya tienen objetivos perfectamente definidos. Hace tres años, la empresa consideró que cierto tipo de soluciones tendrían un impacto profundo en el mercado mexicano. El paso del tiempo demostró que la demanda no fue tan grande. En ese sentido, la compañía conserva una participación importante en los nichos que atendió desde su fundación (1982). Sistemas de misión crítica, por mencionar un caso. Sin embargo, otras oportunidades de negocio –como los proyectos multimedia o los procesos de reingeniería–, al no responder a las expectativas iniciales, se fueron descartando como metas prioritarias".
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Por supuesto, entrar a un nuevo mercado no es tan sencillo como conseguir un espacio, pagar una renta y contratar personal. Y en el caso de Estados Unidos, la fórmula resulta aún más compleja. Un usuario corporativo estadounidense tiene una gran ventaja: opera en el centro de desarrollo tecnológico más importante del planeta. Para satisfacer un requerimiento técnico –en hardware o software–, el cliente estadounidense prácticamente sólo tiene que caminar unas calles. El año pasado, Softtek trabajó para eliminar cualquier sombra de prejuicio o menosprecio: a partir de entonces los servicios de la compañía cuentan con la certificación CMM de nivel tres (Capability Maturity Model, modelo de capacidad de maduración), que atañe a los procesos de desarrollo de software.
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Aunque la operación comandada desde Atlanta, Georgia, todavía tiene un largo camino por delante, Treviño confía en que Softtek US brindará resultados que justificarán los sacrificios hechos durante 2000. "Hoy la compañía ofrece calidad e innovación, y el mercado lo está reconociendo. Los augurios son muy alentadores", señala.
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En la vocación internacional de Softtek, juzga la directora ejecutiva, resulta inevitable un elemento de orgullo nacional. "Hay quien cree que las corporaciones latinoamericanas no pueden competir en los contextos globales. Eso es absolutamente falso. En México existe la capacidad y, por eso, Softtek se permite la ambición. Las empresas mexicanas tienen que ir tras las oportunidades que brindan los mercados del mundo. Softtek confirma que es posible rebasar las fronteras. La compañía detecta oportunidades en el exterior y las desarrolla en el país, lo cual, además, fomenta la formación de talento humano y la incorporación de las mejores prácticas de negocio", asegura Treviño.
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¿Ambición desmedida? ¿Confianza excesiva? Calificar la apuesta estadounidense de Softtek es aún prematuro. Sin embargo, el proveedor mexicano establece un precedente significativo: el "made in usa" no es el único aval para los productos tecnológicos. Por lo menos no es así en el caso del software empresarial.
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