En contraste con 2002, las primeras semanas de 2003 no muestran una caída en el índice del sentimiento del consumidor BGC-Expansión© (ISC). La temida cuesta de enero no ha hecho estragos. El índice sigue marcado por la estabilidad, al ubicarse en 92 puntos.
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Pese a este terso cambio de año, dista todavía de alcanzarse el optimismo de los primeros meses del sexenio foxista. Las opiniones sobre las condiciones económicas actuales mejoran, al grado de que su índice respectivo ya alcanza la barrera de 100 puntos (cuatro más que en diciembre), es decir, el nivel promedio de 2001. Pero aún predominan los juicios negativos sobre las finanzas personales. Las expectativas económicas de los consumidores se estancan (su índice se mantiene en 88 puntos), hecho que las convierte nuevamente en el ancla que impide elevar el ISC. El principal obstáculo para observar un mejor horizonte son las perspectivas a cinco años, pues la población se muestra escéptica de que se vaya a dar un crecimiento económico continuo.
Falta todavía ver si existe algún impacto adicional de posibles alzas de inicio de año, aunque es de esperarse que la decisión gubernamental de ajustar mínimamente los precios y tarifas públicas contenga el pesimismo.