Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Tapar el sol con un dedo

-
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

La irritación del equipo de Francisco Labastida ante las encuestas de opinión debería alertarnos sobre la situación real de la contienda electoral. Hace algunas semanas un grupo de funcionarios de la campaña afirmó que el panista Vicente Fox estaba falseando encuestas con el propósito de generar mayor apoyo financiero de sus simpatizantes.

- El problema es que han sido muchas las encuestas que han mostrado un deterioro del apoyo popular a Labastida y al PRI desde su punto máximo en noviembre de 1999 y un alza en las preferencias por Fox. Negar la tendencia es como tratar de tapar el sol con un dedo.

- La mayoría de las encuestas muestran todavía a Labastida como puntero, pero su ventaja se ha reducido de 15 a 20 puntos porcentuales a fines de 1999 a entre dos y seis en el momento de escribir este artículo. Pero además han surgido ya algunos sondeos serios, como el de Grupo de Economistas Asociados (GEA), que colocan a Fox adelante en las preferencias de los electores.

- Si bien Fox ha dicho que “caballo que alcanza gana”, la verdad es que resulta difícil saber qué ocurrirá en las próximas semanas o meses. Nunca un candidato presidencial del PRI ha llegado a una elección estando abajo en las encuestas. No tenemos precedentes de la reacción del sistema político o de los electores.

- Hasta cierto punto la caída de Labastida y el repunte de Fox es producto de una decisión aparentemente lógica del PRI de reducir sus compras de publicidad en diciembre y enero. Nadie en el equipo priísta esperaba que en ese periodo Labastida perdiera 10 puntos porcentuales o que la popularidad del perredista Cuauhtémoc Cárdenas se desplomara dejando la mayor parte del voto de protesta a Fox.

- Hay otro factor, de naturaleza humana. A partir de la elección interna del PRI del 7 de noviembre, el equipo de Labastida aparentemente sintió la victoria al alcance de la mano. Dejó de preocuparse por la campaña para entrar a una lucha interna con vistas a las designaciones a cargos del próximo sexenio.

Publicidad

- Es lógico seguir considerando a Labastida como el favorito para la elección. Él cuenta con el apoyo de un sistema político que, a pesar de su debilitamiento, sigue teniendo un enorme peso en el país. Pero un triunfo de la oposición en una elección presidencial, algo que nunca ha ocurrido en la historia del país, no puede ya verse como un sueño inalcanzable. Y contra esta realidad de nada sirve negar la validez de las encuestas.

-

El autor reanuda con este artículo su colaboración con Expansión que se mantuvo de 1984 a 1999

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad