Tardán levanta cabeza
Varias generaciones de mexicanos guardan en su memoria la imagen de sus ancestros usando un sombrero Tardán. Han pasado más de 150 años desde que la tienda abriera sus puertas en pleno Centro histórico de la ciudad de México. Y durante muchos años, no existía caballero que presumiese de serlo que no usara un sombrero de esta marca.
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Hoy los tiempos y la moda han cambiado. El reto de la legendaria casa del Portal de Mercaderes –el más difícil de su historia– es recuperar la posición de privilegio que ocupó durante más de un siglo. Tras un litigio por el derecho al uso del sello que duró más de 20 años, ya nada impide a la empresa –ahora llamada Tardán Hermanos Sucesores– recuperar su antiguo esplendor.
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“Nuestra misión es reposicionar la marca entre nuestros viejos y nuevos clientes, y desarrollar nuestras líneas de sombreros en todo el territorio nacional”, comenta Luke Tardán, quien dirige la compañía desde que muriera su padre, hace poco más de un año.
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La casa invertirá entre $30,000 y $100,000 dólares en distintas estrategias, que van desde la modernización de algunos sectores hasta el lanzamiento de una nueva línea de sombreros para quienes practican el ecoturismo. Esta serie, complementará las cinco existentes: cachuchas, gorras para golf, sombreros de vestir, texanos y de charro.
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Si bien el directivo es consciente de que el uso del sombrero es poco frecuente entre los jóvenes, su intención es introducir artículos del gusto de las nuevas generaciones sin desatender a su clientela tradicional. Y aunque sus objetivos están tardando en cristalizarse, considera que el repunte del negocio es sólo cuestión de tiempo.
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Han pasado muchas décadas desde que Salvador Novo creara el famoso eslogan de la marca: “De Sonora a Yucatán, se usan sombreros Tardán”; si todo sale conforme a lo planeado, esta frase podría dejar de ser mera nostalgia.