Telecomunicaciones: cuestión de reglas
Carlos Ruíz Sacristán, hasta entonces titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), fue contundente al evaluar el desempeño de la institución en materia de regulación en telecomunicaciones: “Cuando inició el sexenio no había competencia, hoy existe”. Ciertamente, el panorama cambió, aunque todavía 90% de los mexicanos no tiene acceso a servicios de telefonía y la ley de comunicaciones –emitida en 1995– resulte demasiado ambigua para el escenario actual de servicios disponibles.
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En lo que se puede considerar como un acto de despedida del equipo zedillista, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) llevó a cabo el Foro Connect 2000. En la cita organizada en Cancún, México, no sólo se reunieron los ya eternos contrincantes de las comunicaciones mexicanas –es decir Telmex, Avantel y Alestra–, sino que confluyeron diversos protagonistas del ámbito mundial de la regulación en telecomunicaciones. Las conclusiones apuntaron a la exigencia creciente de desarrollar un marco legal global, el cual, por lo visto, tendrá que esperar que los procesos de control maduren en cada país.
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Es un hecho: la legislación en telecomunicaciones es un tema candente. En particular, cuando toca los intereses de los monopolios que crecieron al amparo de las condiciones que se manifiestan en las economías cerradas o los gobiernos paternalistas. Para muchos analistas, el caso de México pertenece a esa categoría. Además, la rapidez del avance tecnológico del sector provoca el desarrollo constante de nuevos servicios, los cuales no siempre están contemplados por las reglas contemporáneas. Las instituciones federales se quedan un paso atrás.
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No obstante, según Ruíz Sacristán, la ley mexicana de comunicaciones dio pauta a la apertura del mercado y, al cierre del sexenio consiguió una reducción de 62% en las tarifas de larga distancia nacional (durante el periodo de 1996 a 1999). Asimismo, la telefonía local mostró una tasa de crecimiento sostenido de 12% anual. En cuanto a la comunicación celular, en México, desde 1994, el número de usuarios aumentó más de 20 veces. Sin embargo, Ruíz Sacristán no niega la realidad: “falta mucho por hacer”, especialmente en lo que concierne a internet, ya que sólo 3.7 millones de mexicanos poseen acceso a la web.
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Un mundo de experiencias
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Según Sam Pitroda, director general de World Tel, las telecomunicaciones representan una evolución tecnológica que reducirá la brecha entre el norte y el sur. Por otro lado, reconoce, que en un mundo habitado por más de 6,000 millones de personas, la mitad de ellas nunca ha realizado una llamada telefónica.
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No obstante, y dado el aumento en la demanda por aplicaciones de comunicación, Pitroda identifica seis tendencias clave en el contexto mundial: privatización, desregulación, aparición de nuevas soluciones (satélites, transmisiones móviles), clima favorable para las inversiones, globalización (una sociedad sin fronteras) y el desarrollo de recursos humanos de alto nivel.
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El directivo de World Tel señala que “las experiencias de expansión en el rubro de telecomunicaciones son específicas para cada país. En India, territorio que abarca 650,000 poblados, las prioridades nacionales eran diferentes a las que proponía el mercado. En 1983 tenía un monopolio que controlaba las dos millones de líneas telefónicas existentes. Con la apertura, y la consecuente privatización, India llegó al año 2000 con 1,000 millones de líneas”.
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Para lograr el sustancial avance, India aplicó políticas concretas. Por ejemplo: el impulso a la manufactura interna de los dispositivos de telecomunicaciones, lo cual, a su vez, implicó la generación de empleos. Asimismo, el desarrollo de recursos humanos en laboratorios de alta tecnología y la creación simultánea de 37 sindicatos que agrupan a más de 500,000 trabajadores, confirman el cambio radical que propició el proceso de privatización de las telecomunicaciones indias.
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El director general de World Tel no escatima ejemplos. Comenta que en países como Suecia, la privatización se efectuó mediante un concurso; mientras que en Tanzania se ofrecieron los servicios al costo, lo cual impactó directamente la economía. Por su parte, Kurdijiztán, agrega, incrementó los precios de las llamadas internacionales, en tanto que las llamadas locales implican una renta anual de $10 dólares.
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“Cada país requiere encontrar el modelo apropiado, considerando sus necesidades como la única prioridad. Además, las naciones deben tomar en cuenta que las acciones de privatización son procesos y no productos que se pueden construir por decreto. Pero es un hecho: la privatización otorga un valor agregado a las telecomunicaciones”, dice Pitroda.
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Ben Petrazzini, de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, International Telecommunication Union), comenta que el crecimiento de la telefonía celular e internet impulsó el consumo de servicios en los países latinoamericanos. Sin embargo, los aparatos móviles aventajan a la web por la aceptación cultural de su uso, renglón en el que internet muestra un avance modesto. Las cifras de Petrazzini no dejan lugar a dudas: del total de líneas telefónicas que existen en Venezuela, 56.8% corresponde a enlaces celulares. La distribución del mercado en países como México y Brasil (39.4% de líneas celulares) demuestra que los usuarios manifiestan una marcada preferencia por los sistemas de comunicación sin cables.
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Aunque nadie olvida el tema de internet, las cifras latinoamericanas del rubro son mucho más bajas. Un ejemplo: sólo 3% de los contenidos de la web están escritos en idioma español. En opinión de Petrazzini, si se realizan ciertas actividades la situación general mejorará: cada nación debe considerar a internet como una política nacional, por lo tanto, los Estados deben organizar campañas educacionales entre la población, actualizar la infraestructura de red y promover el incremento en el número de redes públicas y privadas. En la implantación del proyecto, la participación de la iniciativa privada resulta fundamental, subraya el directivo de ITU.
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La apuesta mexicana
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De regreso a México y su marco de regulación en telecomunicaciones, los trabajos de análisis del foro Connect 2000 establecieron una conclusión: hay que considerar la posibilidad de proponer y diseñar apartados adicionales para la Ley Federal de Comunicaciones. De hecho, miembros de la nueva legislatura, como el diputado Emilio Goicochea –secretario de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara Baja–, aseguran que es necesario crear un fondo de servicio universal, el cual garantice que toda la población tendrá acceso a los servicios de telecomunicación. En la generación de los recursos que sustenten tal fondo, “es necesaria la presencia y contribución del sector privado”, apunta Goicochea. El diputado comenta que su partido (Acción Nacional) ya desarrolló un proyecto de ley que se presentará en marzo de 2001.
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Jorge Nicolín Fischer, actual presidente de Cofetel, señala que la creación de un fondo de servicio universal no sólo ampliará el acceso telefónico, sino que provocará una mejora importante en las condiciones y oportunidades de vida de los ciudadanos. Hoy día, la teledensidad vigente es de 12% con respecto al total de la población (que ronda los 100 millones de mexicanos). Al cierre de su primer administración, las acciones finales de Cofetel pretenden sentar las bases para el desarrollo del mecanismo financiero que sostendrá el funcionamiento del fondo universal de servicio.
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El titular de la SCT, Carlos Ruíz Sacristán, reitera que la competencia en el sector es positiva, pues provocó “que las telecomunicaciones crecieran 4.5 veces más que la economía en su conjunto. Se logró capturar inversiones, el avance es innegable; sin embargo, todavía quedan cosas importantes por hacer”. Lo cierto es que en cuatro años, los esfuerzos de Cofetel –para mediar los conflictos entre los protagonistas de la telefonía en México, o bien, regular las acciones de los proveedores de servicios satelitales o de radiolocalización– fijan los precedentes para que en la administración de Vicente Fox se genere el verdadero despegue de México a la sociedad sin fronteras que plantean las telecomunicaciones.
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