Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Thyssenkrupp: Temple de acero

La firma europea busca ganar presencia en el sector automotriz e industrial de cara a la recuperaci?
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

El grupo alemán es un viejo conocido. Su primera incursión en México fue en 1968, en el área de autopartes, y 30 años más tarde se convirtió en el principal productor de acero inoxidable a escala nacional. Aunque para el consorcio el país representa aproximadamente 2% de sus ventas totales, que en 2001 sumaron $35,000 millones de dólares, el interés por aumentar su cuota de mercado justifica  inversiones por más de $200 millones de dólares en los últimos años.

-

El desempeño doméstico se resume en la consolidación de las 20 empresas donde participa, principalmente en los sectores de acero y automotriz. De los $600 millones de dólares que vendió en 2001, 56% provino del primero, 35% del rubro de autopartes y el resto de otros negocios.

-

Conrado P. Simona, director general de ThyssenKrupp Sasa , una de las firmas que conforman el segmento del grupo dedicado a vehículos, opina que la sobresaliente operación de la firma en el mercado de piezas de automóvil es resultado de una bien planeada estrategia y de enfocarse a nichos distintos a los de otros jugadores. Para esta agrupación, que arribó al país al mismo tiempo que Volkswagen, lo más importante fue definir el mercado que habría de explotar. “Cuando vinimos a México, Rassini (filial de Grupo SanLuis) ya operaba. Pensamos que no tenía sentido meternos en un negocio donde había una compañía muy grande y empezamos a hacer piezas que ellos no fabricaban”, dice el ejecutivo.

Publicidad

-

Luego vino otra decisión crucial que les permitiría reducir costos de operación y aumentar su capacidad de producción en forma notable: mudar a  tierras potosinas dos de sus plantas: una que llevaba operando 30 años en el Estado de México –dedicada a la fabricación de resortes y barras estabilizadoras– y otra más localizada en Hamilton, Estados Unidos. Junto con la mudanza, la producción de ThyssenKrupp Sasa se elevó a 6.5 millones de resortes, el triple de los que solía manufacturar y 2.5 millones de barras estabilizadoras (40% más que antes) para clientes como Volkswagen, General Motors, Ford, DaimlerChysler, BMW, Nissan y Suzuki.

-

La inversión que implicó la construcción y equipamiento de la nueva fábrica, que se inauguró en junio, ascendió a $30 millones de dólares. Adicionalmente, el grupo inyectó $80 millones de dólares más en los otros negocios que opera dentro de la división Automotive, principalmente en sus dos plantas en Puebla, en las que elaboran componentes de motor o sistemas de dirección y árboles de levas.

-

De acuerdo con el directivo, el segmento automotriz del grupo no sucumbió al oleaje de la recesión; Sasa, por ejemplo, se mantuvo al mismo nivel de ventas de 2001. “Sí hemos recibido menos pedidos de los clientes [en México], sin embargo no lo sentimos porque estamos exportando mucho.” El año pasado más de un tercio de las ventas de la agrupación fueron para clientes nacionales y el resto para el mercado foráneo (Estados Unidos 30%; Canadá y Alemania, 15% cada uno; Japón 5%).

-

Jürgen Harnisch, presidente de la división Automotive del consorcio, asegura que México tiene gran relevancia estratégica como puente entre los mercados del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica, así como de Centro y Sudamérica. “Es el punto medio de la región del NAFTA y por eso estamos aquí”, señala.

-

Simons comparte esa opinión y observa que el potencial es muy grande, ya que ese mercado tiene un valor superior a $800 millones de dólares al año, de los cuales la multinacional alemana aspira a controlar 10% en 2005.

-

Sin embargo, esta firma también tiene otros intereses: ThyssenKrupp Mexinox, la compañía más grande que posee el corporativo en nuestro país, es la única productora de su tipo en México.

-

Desde su fundación en 1976, se dedicó a la laminación en frío de aceros inoxidables planos. Entonces operaba como una empresa paraestatal, con participación y asistencia técnica francesas. No obstante, la política de privatización seguida por el gobierno en los 80 transformó la estructura accionaria. De esta forma, permaneció durante 12 años (1986-1997) dividida entre una sociedad local, la española Acerinox y la propia Thyssen (cada una con 33% del pastel).

-

En 1997 un nuevo capítulo se abrió para la compañía. Amplió su participación a 95.5% y desde entonces ThyssenKrupp Mexinox forma parte de ThyssenKrupp Steel AG.

-

Francisco Castillo, director general, reconoce que 2001 no fue un año fácil, a pesar de que el mercado nacional creció 3% en contraste con el de Estados Unidos, donde se registró un retroceso de 17%. El segmento doméstico de laminados fríos tuvo un volumen de 90,000 toneladas, de las cuales 78% fueron abastecidas por el conglomerado germano.

-

La agrupación, junto con Aceros Anglo, Fischer Mexicana y ocho distribuidores más del material, contribuyeron a la apertura del Centro de Desarrollo del Acero Inoxidable (Cendi), como un esfuerzo para contrarrestar el bajo consumo per cápita de este producto que se registra en el país, entre 800 gramos y un kilogramo al año.

-

Gerardo Aguirre, presidente del organismo ubicado en San Luis Potosí, dice que uno de sus principales objetivos es ampliar la gama de usos del metal para así estimular la demanda del acero inoxidable.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad