La globalización ha rebasado los terrenos estrictamente económicos para penetrar otros ámbitos de la vida cotidiana, y la alta cocina no es la excepción. En San Pedro Garza García, Nuevo León –a 20 minutos del centro de Monterrey–, desde hace poco más de un año existe Pangea, un restaurante especializado en la combinación de ingredientes característicos de distintas gastronomías de todo el mundo.
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Y a juzgar por su original y variadísimo menú, el Pangea hace honor a su nombre (del griego pangæa, que significa “toda la tierra”) con una carta que incluye sabores orientales, franceses, mediterráneos y mexicanos, y que cambia de acuerdo con la temporada.
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Así, por ejemplo, en verano se puede disfrutar de una entrada de mejillones frescos de Ensenada con vino blanco, azafrán y perejil, o bien una crema de queso camembert servida en pan campesino con uvas y almendras. Como plato fuerte, una buena sugerencia es el filete de salmón laqueado con rollito primavera y emulsión de soya y jengibre, o el pescado mahi mahi rostizado con mejillones frescos, arroz negro y salsa de azafrán. Y para rematar, imperdonable no saborear un mousse de Baileys y chocolate con palomitas caramelizadas, o un mango relleno de helado de coco con salsa de jamaica y “cuchara” de canela, si se desea algo más “exótico”.
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Para acompañar, Pangea cuenta con una bien surtida carta de vinos, que incluye más de 200 tipos de blancos y tintos de Chile, México, Francia, España y Estados Unidos, así como un vino de marca propia –el Pangea Meritage 1996–, que se distingue por su suavidad.
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El ambiente es cálido y casual, pero a la vez elegante, gracias tanto a la madera que cubre pisos, mesas y paredes, como a la decoración sobria y atractiva.
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A partir del pasado mes de mayo, en la parte posterior del restaurante se puso en funcionamiento el Instituto de Artes Culinarias, ahí se imparten clases de gastronomía y enología, a cargo de su director y chef del Pangea, quien cuenta con experiencia en restaurantes de París, Nueva York y Madrid.