Por eso, la Corporación Orbita –con oficinas centrales en Wilmington, Carolina del Norte– ha ideado un “refugio” para los más finos relojes suizos. Para quien puede darse el lujo de tener más de un reloj automático en su joyero, ha diseñado una curiosa cajita –por supuesto, en fina madera y terminada en laca de varios colores– que se convierte en el perfecto accesorio para mantener el reloj en marcha.
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La caja es mucho más que un estuche de lujo, posee un movimiento rotatorio que imita la acción de la muñeca humana, permitiendo que el reloj continúe marcando la hora exacta durante el tiempo que permanece guardado. Pero eso no es todo, el modelo de Orbita –que viene para un reloj o para tres– mantiene la pieza a la temperatura del cuerpo, para evitar condensaciones. Desde luego, las monerías de esta cajita cuestan lo suyo: los estuches van de los $495 dólares hasta los $1,095, en el caso del modelo de tres cabezas.