"El ADE sólo es un teatro guiñol del gobierno y de los banqueros para desarticular a las asociaciones de deudores, pero la gente no es tonta y sabe perfectamente que no solucionará su problema de fondo", afirma Ramón Pieza Rugarcía, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
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La forma como está estructurado el Acuerdo, expresa, implica reconocer adeudos que exceden la realidad de la mayoría de los deudores, que son pocas las empresas con pasivos menores a N$200,000 nuevos pesos y que miles de tarjetahabientes tienen adeudos superiores a N$5,000 nuevos pesos.
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"Quienes deben sólo se benefician por la eliminación del cálculo de intereses moratorios para las cantidades máximas y lo demás sigue igual. Los deudores deben reconocer el incremento de los pasivos, como si ellos fueran los responsables directos de haber caído en moratoria", opina.
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Piensa que el gobierno debe aplicar un programa que resuelva de fondo y forma el problema estructural económico del país. El trato que se le está dando a la cartera vencida sólo se enfoca a rescatar el proyecto gubernamental a costa de la sociedad. Si no se actúa pronto y conforme a la economía real, la sociedad no le hará caso al gobierno y en tres meses más la cartera vencida aumentará vertiginosamente.
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Puntualiza que, por una parte, la banca será la gran beneficiaria, "con los apoyos fiscales que recibirá del -gobierno", pero por otra, las asociaciones de deudores crecerán y se fortalecerán.