La apertura de la nueva sucursal de Banco Inbursa fue celebrada con bombo y platillo. Sus instalaciones, ubicadas en la Torre Latinoamericana de la ciudad de México, no sirvieron únicamente para demostrar el interés de Carlos Slim en rescatar la zona centro de la capital, sino además la intención de que la firma abarque un nicho más amplio de mercado.
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Javier Foncerrada, director general de la institución, reconoce que el enfoque primordial era el mercado corporativo, pero desde hace más de un año busca presencia en la banca de menudeo. Inbursa ya tenía presencia en fondos de pensiones y seguros –con cinco millones de clientes–, así que decidió complementar su oferta con instrumentos de captación.
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Este objetivo requiere ampliar la infraestructura, pero Foncerrada descarta la apertura masiva de sucursales para evitar, dice, que mayores costos limiten los rendimientos de los clientes.
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Inbursa apuesta a la tecnología y las relaciones comerciales con las empresas propiedad de Slim. Una red de cajeros –actualmente 900 terminales– instalados en la cadena Sanborns, cajeros para recibir depósitos en efectivo, centros de atención telefónica, internet y servicios personalizados, son las medidas que ayudarán a controlar los costos. En una segunda etapa planea otorgar créditos. "Aunque prestar significa cuidar el riesgo, el costo operativo y brindar ventajas a los clientes, decidimos comenzar con la captación", agrega el directivo.
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