Vicente Corta: "Hay que ser creativos
En el Acuerdo político para el desarrollo nacional, firmado en octubre, se planteó "mejorar el sistema de pensiones, para constituirlo en un pilar de nuestra seguridad social". Dígame tres factores que permitan lograrlo.
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Crear un sistema nacional de pensiones va a requerir que las diferentes opciones sean viables financieramente, que sean transferibles los recursos de una a otra y que otorguen compensaciones dignas, es decir que las aportaciones sean suficientes para que la gente tenga al final de su vida laboral un buen respaldo.
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¿Qué tan cerca o tan lejos se está de lograr estos objetivos?
-Muy lejos. Hoy los países de América Latina están buscando mecanismos para que los recursos sean portables entre países; mientras que en México ni siquiera los podemos hacer transferibles entre el IMSS y el ISSSTE. Todavía tenemos que dar muchos pasos.
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La redefinición de los liderazgos sindicales que vive el país, ¿es un factor que podría dilatar o diluir la propuesta de reformas?
-Hasta ahora ha sido un elemento que ha facilitado tomar ciertas decisiones. En la medida en que se han vuelto a estructurar muchas de las organizaciones sindicales y se han concentrado en proteger los beneficios de los trabajadores, el tema de las pensiones se vuelve clave. En ese sentido la atención que se le presta ha sido mayor.
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Sin embargo algunos sindicatos han mostrado posiciones en contra de la reforma a las pensiones ...
-Creo que hay dos aspectos: uno es la gestión y el dinamismo que tales organismos han tomado dentro del sistema actual. Dos, para el caso de ampliar las posibilidades y hacerlas financieramente viables, sí existen algunas resistencias, porque es preciso generar equilibrios entre contribuciones y beneficios. Bajo el esquema vigente los beneficios exceden con mucho a las contribuciones y ello los hace insostenibles en el largo plazo, por lo que requieren subsidios. En esos casos va a haber oposición política importante y habrá que ser creativos para superarla.
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Los sistemas actuales, llamados "de reparto", han probado su ineficacia.
-Han tenido dos problemas a escala mundial: uno ha sido el cambio demográfico y el otro es que debido a que no hay una contabilidad clara entre las contribuciones y los beneficios, en muchas ocasiones se han tomado pasivos adicionales generando costos muy grandes. En Europa algunos países tienen déficits actuariales que representan más de 100% del PIB. En el caso nacional, el sistema de reparto del IMSS se volvió inviable, de allí que se propusiera la reforma. En cuanto al ISSSTE, todavía no tenemos cuantificado el costo que puede traer, pero sin duda es alto.
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¿Esta situación es inviable?
-En el esquema de retiro del ISSSTE más de la mitad de los recursos que se pagan a los pensionados proviene de subsidio del gobierno federal. Es claramente inviable, porque además no tiene reservas significativas.
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Las reformas al sistema de pensiones tienen un alto costo financiero. Dadas las limitaciones presupuestales, ¿es posible avanzar?
-El no hacer nada también tiene un costo. En 2001 el ISSSTE usó $12,000 millones de pesos del presupuesto federal para pagar pensiones en curso, y éste se incrementa con el tiempo. Con el fin de avanzar en las reformas se requiere de una situación fiscal sólida, sobre todo si se va a instrumentar un sistema de capitalización individual. Pero el monto es menor si hace un rebalanceo en un sistema de reparto que nos dé viabilidad financiera.
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¿Tiene un cálculo del costo del subsidio a los sistemas de pensiones?
-El único que es transparente es el del ISSSTE. No existe una cifra sobre ello. Es una información muy fragmentada.
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Estamos trabajando en una base de datos que englobe no sólo la información del sector público, sino también la del sector privado, estados y municipios.
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¿Qué tan lejos se debe ir en materia de administración de los recursos de la vivienda por parte de las Afore?
-Para el trabajador, desde el punto de vista del ahorro orientado al retiro, lo que interesa es que sus recursos de 5% para la vivienda tengan alto rendimiento. Si son administrados por Infonavit o las Afore, es indiferente en tanto den el mismo rendimiento. Lo que se debe buscar es que el Infonavit ofrezca un rendimiento, en el largo plazo, equivalente al que dan las administradoras.
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Hasta ahora los rendimientos del Infonavit han sido muy bajos...
-Efectivamente. Creo que el organismo está trabajando en ello. El salario de un empleado promedio lo administran 8% las Afore y 5 % el Infonavit. Desde la perspectiva del pensionado es importante el esfuerzo que hagan ambas instituciones.
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¿Qué asegura que las reformas resuelvan el problema de las pensiones?
-Los sistemas de pensiones tienen una maduración muy larga en el tiempo. Si queremos saber si uno de ellos está funcionando plenamente, el horizonte no puede ser menor de 10 años a partir de ahora. Eso va a implicar reformas a nivel federal y seguramente a nivel estatal, municipal y del sector privado; se requerirá que las aportaciones voluntarias se desarrollen de manera significativa. Hoy tenemos un mejor sistema de pensiones que el anterior. Veremos ajustes graduales y, ojalá, continuos.
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Se ha dicho que el régimen de inversión de las Afore es obsoleto.
-Tenemos que flexibilizar de manera gradual, pero significativa, el modo de inversión. La primera reforma importante fue la que aprobó recientemente la Junta de Gobierno. Esto ayuda a quitarle parte de esa obsolescencia, pero tenemos que crear la familia de Siefores para abrir opciones de inversión al trabajador. Además, hay que generar consensos con el fin de evitar la tentación de utilizar los recursos para otros propósitos de corto plazo distintos a los de las pensiones.
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En la inversión en acciones de empresas privadas, ¿cuál es su propuesta?
-El régimen de inversión que hemos tenido hasta ahora –que es muy conservador– ha dado rendimientos mayores que el crecimiento del índice de la Bolsa de Valores. A veces existe la apreciación de que los trabajadores están dejando de ganar cantidades importantes de dinero porque no lo invierten en el mercado de valores. Creemos que en el futuro debemos analizar opciones de diversificación. Hoy no se ha analizado con profundidad este tema por lo anticuado del régimen de inversión. Todavía tenemos que trabajar en el tema de los bonos antes de entrar al de las acciones. Y en éstas últimas será preciso asegurarnos que el mercado accionario funcione de mejor manera y, sobre todo, con mayor transparencia.
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La obsolescencia del régimen de inversión de las pensiones, ¿es reflejo del desarrollo de los mercados financieros?
-Sin duda, el hecho de que las Siefores estén invirtiendo fundamentalmente en bonos gubernamentales es síntoma de la situación del sector. No es muy distinta la inversión de estas sociedades a la composición del mercado en sí. Hoy en día, de la disponibilidad en títulos de inversión, 85% son gubernamentales. A los mercados financieros en México todavía les hace falta mucho impulso.
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¿Los trabajadores tienen las garantías suficientes para estar tranquilos?
-Ese es un esfuerzo constante. No se puede asegurar. Pero creo que el sector de las pensiones en México ha resultado ser –dentro del sistema financiero– un caso ejemplar. Pienso que hoy los fondos que se tienen están plenamente protegidos. Pero ello no tiene que hacernos complacientes, sino impulsar un esfuerzo constante.
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Existe la percepción de que siguen siendo elevadas y complejas las comisiones que cobran las Afore.
-Respecto del monto no se puede generalizar. Hay Afore que resultan caras y otras –de acuerdo al desarrollo del mercado– tienen niveles razonables. Como sistema tenemos que comenzar a ver una tendencia clara a la baja en las comisiones.
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¿Inducirá la Consar a reducir cuotas?
-Reconocemos que el mercado es imperfecto, lo que se debe a que el sistema es complejo y a que no hay información plena para la toma de decisiones. La estructura de comisiones se estableció en la Ley. En donde podemos incidir es en el tema de la información, que estamos facilitando.
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El sistema de pensiones parece tener a un aliado y a un competidor, al mismo tiempo, en el sistema bancario. ¿Cómo coexisten?
-Desde el punto de vista académico, lo ideal es que estuvieran totalmente desvinculados. Sin embargo, la realidad es que se ha decidido aprovechar la infraestructura que tienen los intermediarios. Lo que es preciso buscar es que los administradores de pensiones se concentren en su objetivo. El reto para la autoridad es sensibilizar a los grupos financieros respecto a que la Afore es distinta a sus demás negocios, porque hay un ahorro obligatorio que están manejando por cuenta del trabajador con una responsabilidad social más alta.
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¿Hay conciencia de la responsabilidad social?
-Parcialmente. Falta mucho por hacer y es importante que no se nos olvide.
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