De abril de 2002, fecha en que inició la minicrisis cambiaria, a principios de marzo de este año, el peso mexicano se había depreciado 24%, en teoría siguiendo al dólar, que en el mismo lapso se devaluó 25.6% frente al euro.
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Esta correlación fue aprovechada en el mercado de futuros de Chicago para especular contra la moneda nacional. El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, así lo señaló, y anunció su intención de poner orden. Sin embargo, el Presidente y los secretarios de Hacienda y Economía negaron que el gobierno pensara intervenir.
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Estas diferencias hicieron que la especulación contra el peso se alargara durante febrero y principios de marzo. Cuando la paridad alcanzó niveles cercanos a $11.30 pesos por dólar, y la visión negativa sobre la moneda mexicana ya se había extendido entre las corredurías nacionales y extranjeras, se decidió incidir en el mercado.
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El viernes 7 de marzo la Comisión de Cambios anunció que estaba diseñando un procedimiento con el fin de vender una parte de sus excedentes de divisas. Para esa fecha las reservas internacionales superaban $50,000 millones de dólares.
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El 20 de marzo Banxico explicó cómo funcionaría este mecanismo: cada tres meses hará un corte de caja para saber cuántas divisas llegaron a sus reservas; el 50% del excedente se venderá en el siguiente trimestre.
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Del 17 de enero al 16 abril de 2003 Banxico acumuló reservas por $4,157 millones de dólares, debido a lo cual venderá $2,079 millones entre el 2 de mayo y el 31 de julio, a razón de $32 millones de dólares diarios. La venta es por goteo, pero el monto global resulta considerable.
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El seguro cambiario de inmediato surtió efecto. El precio del dólar cayó de $11.23 el 5 marzo a $10.14 pesos a mediados del mes de mayo.
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Las apuestas contra la moneda mexicana por casi $1,000 millones de dólares que había el 4 marzo de 2003 en el mercado de futuros de Chicago se redujeron a cero, y en cambio al 6 de mayo $958 millones de dólares apostaban a que el peso seguiría revaluándose.
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La correlación del tipo de cambio con la paridad entre euro y dólar desapareció: de marzo a mediados de mayo la divisa nacional se recuperó 10%, mientras el dólar se depreció 5% frente a la europea.
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Apenas llevamos dos semanas de registro para determinar la cantidad de dólares que se venderá dentro de tres meses, pero todo apunta a que será significativa –del 16 de abril al 2 de mayo las reservas crecieron $1,250 millones de dólares–.
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Así que habrá superpeso para rato.
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* El autor es analista de temas económicos y financieros. Comentarios a: editores@expansion.com.mx .