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¿El sondeo es la voz de Dios?

Algún noticiario nos informará que los mexicanos ya resolvieron la incógnita que desvelaba a los
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Cualquiera diría –comenta con sorna el Gordo Basurto– que los mexicanos de hoy sabemos de todo. Lo mismo somos expertos en física cuántica, que sagaces economistas o jurisconsultos de agudeza deslumbrante.

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El Gordo lo dice mientras contempla, como todas las noches, su noticiario favorito de televisión. "No me lo pierdo –explica– porque es una apasionante novela por entregas: quienes lo hacen y conducen entablan una lucha cuerpo a cuerpo contra la inteligencia para no cederle ni el menor espacio; generalmente consiguen su propósito."

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–Ahí tienes, por ejemplo, esa tenacidad cotidiana de los sondeos. Nos preguntan a los televidentes si estamos a favor o en contra de esto o de lo otro; si creemos esto o aquello. Y ahí estamos nosotros contestando, vía telefónica: "yo-crio-que-sí" o "yo-crio-que-no" casi nadie se atreve a decir la verdad: "Quién sabe", "no sé".

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Esta noche el Gordo abandona su habitual laconismo y sigue, sin pausa:
-–Estoy convencido de que cualquier noche algún noticiario de televisión nos informará, al término de sus habituales inquisiciones, que los mexicanos que ven la televisión ya resolvieron la incógnita que desvelaba a los físicos hace ya casi un siglo: tanto por ciento "cree" que el modelo teórico que se aviene puntualmente al comportamiento de la energía es el corpuscular y tanto por ciento "cree" –así votó por teléfono– que el modelo teórico adecuado es el ondular.

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–Bueno –interrumpo el discurso del Gordo–, no me negarás que es interesante saber qué opina la gente sobre algunos asuntos.

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–De acuerdo –parece conceder–, pero hay una gran distancia entre preguntar si prefieres el pan negro o el pan blanco y preguntar si "crees" que Caín mató a su hermano Abel o "crees" que la muerte de Abel fue resultado de una fatal confusión en un pleito de narcotraficantes.

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–Exageras.

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–No, fíjate por ejemplo en esta encuesta que encontré en un sitio de internet especializado en finanzas. Preguntan, tuteando a los "sabios" usuarios: "¿Crees que los recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal ayudarán a reactivar la economía de Estados Unidos en este año?"

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–Buena pregunta, ¿no? Me imagino que la mayoría contestó que sí.

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–Error, Medina –me corrige el Gordo– es una pregunta impertinente, aunque en efecto la mayoría, el 73.3% para ser exactos, contesto que sí, que sí "cree" que hay una relación causa-efecto entre descenso en las tasas de interés y reactivación de la economía; mientras que 19.8% dijo que no, que no "cree" que exista tal relación causal.

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–¿Y?

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–¿No te parece increíble que más de 93% de quienes respondieron la encuesta "crea" saber más que el mismísimo presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, quien ha debido confesar, en su oblicuo lenguaje, que no sabe si nuevos descensos en las tasas de interés levantarán la alicaída economía estadounidense...

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–Ah, visto así Gordito, tienes razón.

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–Lo que sucede es que la incertidumbre es incómoda y hasta angustiante. Preferimos "creer", lo que es, en este caso, un sinónimo de los verbos "suponer", "sospechar", "desear", "imaginar". Además, con estos sondeos obtenemos un remedo de democracia y de pase automático a la sabiduría instantánea y a la categoría de "expertos".

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–De acuerdo, Gordo; por eso el otro día una conductora de noticiarios proclamaba triunfante, al presentar los resultados de uno de esos sondeos cotidianos ("¿Usted cree que estamos en crisis?" o algo por el estilo), "¿ya ve?, amigo televidente, ahí está la respuesta infalible de la sabiduría popular: ¡claro que estamos en crisis!".

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–Sí, en estos tiempos la voz del sondeo se toma como la voz de Dios, ¿no crees?

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–No sé –respondo, para no caer en la trampa–.

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