Bill Gates es el mayor filántropo o el hombre más rico del mundo. Nada conmovió al juez estadounidense Thomas Penfield Jackson, que el 5 de noviembre sentenció que el imperio de Gates, Microsoft, es un monopolio que obliga a los usuarios a comprar cosas que no siempre necesitan, entre otras lindezas.
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El caso está lejos de resolverse. Lo más probable es que el juez quiera que la empresa se divida en varias unidades.
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La decisión del juez apenas raspó el valor de las acciones de Microsoft. Los analistas financieros de Wall Street recomendaron comprar los títulos porque la compañía tiene mucho camino por recorrer. Algunos aventuraron que Microsoft hasta podría ganar si decide apelar. Un participante en un foro por Internet lo dijo en forma más cínica: “Vendan, vendan, vendan (acciones), así podré comprar, comprar, comprar”.