Éxitos de un día
Hasta hace un año, pocos podrían imaginar a un grupo de monjas enseñando a sus alumnos una canción surgida de un table dance. Hoy eso es común. La popularidad de la canción Za za za (la mesa que más aplauda) del grupo Clímax, no sólo rebasó las 600,000 copias de discos y los $50 millones de pesos en ventas, sino que podría representar 5% de los ingresos de su disquera, Musart, durante 2004.
- En noviembre de 2003, Juan Muro, director artístico de Musart, se enteró de que en los table dance veracruzanos sonaba con fuerza una canción que incluso ya era distribuida por los piratas en el sureste del país. Sin dudarlo, indagó el origen de la canción y acudió al aniversario del antro Clímax, donde tocaba un grupo homónimo al establecimiento. Un mes después firmó un contrato para tener a la agrupación en exclusiva.
- Hasta el pasado 30 de septiembre, el Za za za llevaba ocho semanas en primer lugar de las listas de la revista Billboard y seis meses como la canción más tocada en antros y centros de espectáculos.
- Para aprovechar el éxito de “Za za za”, Musart lanzó un disco en versión remix que está por llegar a las 50,000 copias vendidas y una edición especial “olímpica” que podría alcanzar esa cifra en un par de meses. En los últimos años canciones como Tu Es Foutu de la cantante italiana Ingrid o Papi chulo han tenido buenas ventas como primeros discos, pero es muy difícil que logren el mismo éxito con una segunda grabación. “La mayoría de los casos es un sólo éxito y adiós”, reconoce Alejandro Cervantes, director de comunicación de Musart.
- En efecto, la industria disquera apuesta ahora por canciones que logren apuntalar su crecimiento de inmediato aunque el artista no consolide un segundo disco. Así, canciones como La macarena, del grupo Los del Río, que en su tiempo vendió más de tres millones de discos en el mundo o éxitos como Aserejé que superó los dos millones de unidades en México y España durante 2002, se convierten en auténticas tablas de salvación para las compañías grabadoras.
- Y es que en la actualidad, difícilmente un disco supera las 80,000 copias, el promedio de ventas de una producción discográfica está entre 40,000 y 60,000 unidades. Según Fernando Hernández, presidente de Amprofon, en 2003 no hubo un sólo disco que superara siquiera las 500,000 copias.
- La razón es simple. La piratería, que actualmente detenta alrededor de 70% del mercado, ha provocado que las disqueras reduzcan en 50% su presupuesto para apoyar nuevos valores musicales, explica Hernández. De 1999 a 2003 las ventas se redujeron de $626 a $347 millones de dólares.
- Para las empresas apoyar nuevos talentos es un callejón sin salida. “La industria necesita voces nuevas, con ideas frescas, pero los presupuestos de lanzamientos se han recortado”, reconoce Claudia López Ibarra de BMG Ariola. La producción de un disco implica inversiones de $100,000 a un millón de pesos, señala Muro de Musart, pero las apuestas son cada vez más arriesgadas, pues de cada 100 nuevos lanzamientos sólo uno tiene posibilidades de llegar a una segunda grabación.
- También los presupuestos de promoción se han recortado, explica Alfonso Larriva, director de Univision Music, “si antaño se destinaba hasta 20% de lo que se esperaba en ventas por cada disco, ahora sólo se apuesta un máximo de 14%”, dice.
- De igual forma, Amprofon cambió sus criterios de certificación de ventas. Hasta 2002, los discos de oro se otorgaban a los álbumes con más de 100,000 copias, y los de platino a los de 150,000 pero ya desde julio de este año se certifica con el oro a los discos con más de 50,000 y el platino a los de 100,000 copias vendidas.
- Ya lo pasado, pasado. 1999 fue el último año de gloria para la industria al vender casi 73 millones de unidades. ¿Y el próximo año que melodía pegajosa salvará a las disqueras?