En 1851 la Reina Victoria compró uno de sus relojes, después harían lo mismo los esposos Curie, Tchaikowski, Albert Einstein y una larga lista de nombres distinguidos de la historia contemporánea.
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La sociedad relojera formada por Antoni Norbert de Patek de Prawdzic y Jean Adrien Philippe había abierto sus puertas en Ginebra en 1845, y en 1851 bautizó definitivamente a su empresa como Patek Philippe & Co.
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Empezaba entonces la historia de las innovaciones en la relojería que hoy damos por sentadas, una de ellas: la corona para dar cuerda y ajustar las manecillas. A lo largo de este siglo y medio, Patek ha obtenido muchos reconocimientos por la exactitud de sus mecanismos y establecido récords en subastas. Hoy día es la única casa en Ginebra que sigue perteneciendo a una familia de antigua tradición relojera.
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Según explica Lorenzo García Gordero, subdirector de la marca en México, en la fábrica se realizan tanto los mecanismos como todas las partes. Por eso, cada pieza tarda nueve meses en producirse, y cada año sólo salen a la venta entre 25,000 y 30,000 unidades. A pesar de que la empresa tiene 170 años de vida, en el mundo hay únicamente alrededor de 630,000 piezas (aproximadamente la mitad de la producción de Rolex en un año).
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Con el fin de localizar, en este año de cambio de milenio, todos los relojes que llevan su sello, Patek Philippe realiza un censo por medio de su página web (www.patek.com) para registrar a todos los dueños de uno de sus modelos, quienes tendrán lo oportunidad de ganar un reloj conmemorativo.
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Los modelos más recientes de Patek Philippe, que se dieron a conocer en la última edición (abril del 2000) de la feria de Basilea, Suiza, la más importante en cuanto a novedades de la industria relojera, fueron:
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Ten Days. Hay que darle cuerda cada 10 días.
World Time. Da la hora en todos lo meridianos del mundo.
Twenty Four. Diseño exclusivo para dama.
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“Un Patek Philippe no se posee, se tiene en custodia para futuras generaciones”. Lorenzo García Gordero, subdirector de marca en México.
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Los relojes de la colección Calatrava, diseñados en 1932 y constantemente actualizados, son los más vendidos de la firma.