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Y después de Navidad ¿qué?

El resto del año los pavos mexicanos sufren para ganarle espacio a sus pares americanos.
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

Siendo una de las épocas más tristes para los guajolotes, Navidad es por el contrario una de las más felices para los productores de pavo. Para este cierre de año se espera un consumo de unos cuatro millones de pavos.

- Pero cuando las decoraciones decembrinas vuelven al armario, ¿de qué se mantienen los productores? Si bien el consumo decembrino de pavo sufre pocas variaciones entre una Navidad y otra, al cierre de 2004 se estima un crecimiento en el consumo anual per cápita de 2.5 kilogramos frente a los dos kilogramos de 2003.

- Tan sólo en el mes de diciembre, esta industria hace llegar a las cocinas mexicanas más de 70 % de su producción (unos dos millones de aves enteras).

- Pero a partir de enero comienza el viacrucis para los productores. Las empresas nacionales cruzarán los dedos y harán malabares para colocar en los anaqueles su producto. El guajolote se transformará en -pechugas, filetes de pechuga, piernas, alas, nuggets, milanesas, hamburguesas y carne molida. Sin embargo, pese a que la carne es de excelente calidad, las empresas nacionales siguen siendo desplazadas en la proveeduría de materia prima para los productores de embutidos de pavo. 

- En México el consumo anual de estos alimentos oscila entre dos y seis kilos por persona, pero las importaciones de insumos para su elaboración alcanzan las 130,000 toneladas de pasta de pavo y 80,000 toneladas de muslo de pavo. Contra las 210,000 toneladas que llegan del extranjero al año, el margen de maniobra de las mexicanas es mínimo. 

- Una de las que sufren es la sonorense Mezquital del Oro fundada en 1934. Su incursión al segmento de embutidos está lleno de obstáculos. “El problema es que la industria demanda prácticamente sólo muslo, el cual sobra en Estados Unidos, mientras que en México no se ha resuelto -qué hacer con los excedentes de pechuga y carne blanca”, explica Javier Gutiérrez Luken, director general de Mezquital.

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- Ante esta situación, el sector afina su estrategia para fomentar la elaboración de embutidos de pechuga de pavo, e incursionar en el mercado de exportación. Sólo así podrán desplazar el total de su producción. 

- Entre las opciones que actualmente se analizan están la de sacar mayor provecho del -TLCAN especialmente con Estados Unidos. También sostienen algunos acercamientos con algunos países de Asia con la idea de desarrollar productos de pavo en presentaciones que ellos consumen. A este panorama hay que agregar que pese a que el pavo es un alimento saludable y bajo en grasas, el consumo en México de carne de pavo no supera los 100 gramos per cápita al año. 

- Otro dolor de cabeza son las excesivas importaciones de pavo al amparo de los acuerdos comerciales. “cada vez entra más pavo procedente principalmente de -EU y Chile”, señala Iván Parson Cortez, director general de Pavos Parson.

- En 2003 se importaron 1.5 millones de pavos chilenos, ocasionando una sobreoferta de 20% durante la temporada navideña. “El mercado no reaccionó como esperaban los importadores”, señala Gutiérrez Luken.

- Como resultado de esta sobreoferta, el pavo mexicano que no se vendió en diciembre fue saliendo a lo largo del año; mientras que –según estimaciones del empresario sonorense–, las importaciones que no se desplazaron en 2003 podrían ser colocadas nuevamente en los anaqueles en este mes de diciembre. 

- “Existe una gran oferta de producto nacional de primera calidad para cubrir todas las necesidades”, comenta Parson. 

- No obstante, la realidad es que de los 3.5 a cuatro millones de pavo que se consumirán esta temporada, al menos la mitad serán chilenos o estadounidenses, y el resto -mexicanos.

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