Antes de que la vida comenzara, tres diosas doradas descendieron a la caótica tierra de Hyrule, donde depositaron las tres fuerzas sagradas. El guardia espiritual de estas fuerzas era el Gran Árbol Deku, ubicado en los bosques habitados por los niños kokiri. No obstante, a esta bella y verde región descendió de los desiertos del oeste el temible Ganondorf, quien planea secuestrar a la princesa Zelda –hija del rey de Hyrule– y quedarse con el legado de las diosas.
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Encienda su Nintendo 64 y transfórmese en el héroe de esta historia, a través del personaje de Link, uno de los kokiris. “Leyenda de Zelda: la ocarina del tiempo” es, sin duda, el cartucho de Nintendo más novedoso y sofisticado, con mejores gráficos y el mayor grado de dificultad: el jugador más avezado puede demorar hasta 120 horas en finalizar su aventura, al ir y venir del bosque Kokiri, los bosques perdidos, el dominio de Zora, el campo de Hyrule, el mercado, el castillo, la montaña de la Muerte, la villa Kakariko, el rancho Lon Lon, el valle Gerudo y el lago Hylia. Cada pantalla es un mundo de descubrimientos para continuar con la travesía. Creado evidentemente para niños, pero seductor de adultos, este juego es lo mismo un eficaz antídoto contra el estrés y fiel compañero del insomnio, que un peligroso rival de parejas poco proclives al entretenimiento electrónico.