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Mujeres: el nuevo país emergente

La embajadora de EU explica por qué más mujeres CEO son un mejor negocio y generan más riqueza.
lun 12 septiembre 2011 04:36 PM
Melanne Verveer representa ante el mundo a la administración del presidente Barack Obama en asuntos de género. (Foto: Alfredo Pelcastre / Mondaphoto)
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Ha viajado por todo el mundo, primero como la jefa del staff y más cercana colaboradora de la primera dama de Estados Unidos Hillary Clinton. Ahora, como promotora de los derechos de las mujeres.

Melanne Verveer sabe de poder y de empoderar. En abril de 2009, el presidente Barack Obama la nombró la primera Embajadora Especial para Asuntos Mundiales de la Mujer, para promover el desarrollo político, social y económico de las mujeres en el mundo.

Ella promueve entre las naciones el argumento de que si los países aspiran a crecer, no lo lograrán si no suman a la mitad de su población: las mujeres.

Invitada por Expansión para compartir su experiencia con quienes integran la lista de ‘Las 50 Mujeres más poderosas de México', Verveer reconoció el esfuerzo que hacen las altas ejecutivas y empresarias mexicanas no sólo para romper el llamado ‘techo de cristal' corporativo, sino para impulsar a otras mujeres a alcanzar los mismos puestos y oportunidades que ellas han logrado.

¿Cuáles son las principales barreras que impiden a las mujeres ser económicamente exitosas?

Hay muchas barreras. De manera universal hay grados en que se manifiestan en distintas culturas o países.

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Estamos aquí (en México) para celebrar a mujeres que han sido exitosas en los negocios y sabemos que si queremos hacer crecer nuestra economías (y supongo que todos queremos eso), hay que reconocer que las mujeres que dirigen empresas pequeñas y medianas son aceleradoras de crecimiento. Pero enfrentan barreras de entrenamiento, de mentoría, de redes de trabajo. Las redes son muy importantes para lograr que se hagan las cosas, avanzar en las políticas y avanzar en las carreras.

 Una de las barreras más importantes que enfrentan las mujeres es el acceso al capital. Es particularmente difícil para cualquier tipo de negocio, pero las mujeres han tenido históricamente mucho más problema. Es un hecho. En mi país, los negocios dirigidos por mujeres están creciendo dos veces más rápido, pero tienen problemas para el acceso al financiamiento.

 También tiene que ver con políticas discriminatorias, regulaciones, leyes que impiden las habilidades de las mujeres para trascender. Yo diría que uno de los asuntos más complicados son las normas de la sociedad que están arraigadas desde hace mucho tiempo.

Algunos hombres no pueden ver a una mujer a la cabeza, o no se pueden imaginar a una haciendo crecer un negocio, convertirlo en un éxito y con muchos empleados. Hoy necesitamos a todo el mundo, hombres y mujeres, y creo que esas ideas son las que se cruzan en el camino y no permiten la liberación del potencial de las mujeres.

 Las mujeres han sido marginadas muchas veces. Ser capaz de asegurar que ese recurso que no ha sido explotado como se debe, es algo que las barreras evitan. Pero se necesita voluntad política, conocimiento, litigio, coalición, que la gente se una.

¿Qué recomienda para sumar a más mujeres al sector empresarial y tener más emprendedoras?

Quienes toman decisiones deben entender que esta mayor participación está mejor en el interés de todos; no es un favor para las mujeres. Sí hace una diferencia para las mujeres, pero toda la sociedad se beneficia cuando se libera el potencial económico de las mujeres. Hay muchos estudios que demuestran que las mujeres en puestos de CEO son la opción más asequible si quieres hacer crecer la economía y las pyme.

El World Economic Forum (WEF) reúne a la gente de negocios más importante del mundo y tienen un estudio anual que mide la brecha entre mujeres y hombres en varios países, con cuatro criterios: salud y habilidades de supervivencia, acceso a la educación, participación económica y participación política.

En los países en donde la brecha está cerca de desaparecer, y no hay ninguno en donde no exista, esos países están mejor, son económicamente competitivos y prósperos. Tiene sentido porque sumas todo este talento y, cuando lo usas, tienes mejores resultados.

Si queremos hacer crecer la economía, tenemos que enfocarnos en los roles que juegan las mujeres en el sector económico. Según el WEF, en la brecha de géneros es más difícil cerrarla en la economía y, aún más difícil, en la participación política. Mucho mejor en educación y en salud.

¿Qué deberían hacer las empresas para incorporar a más mujeres en posiciones clave de alta dirección?

Las mujeres son hoy el mercado emergente más grande del mundo. Mientras el ingreso se eleva y más mujeres están involucradas en el sector económico, las decisiones que toman involucran trillones de dólares. El Boston Consulting Group dice que ése es el mercado emergente al que las compañías deben prestar atención.

Hay estudios que muestran que mientras más mujeres estén en el consejo administrativo, esas compañías funcionan mejor que las que no. Si en tu empresa la diversidad no es considerada, si no tienes a nadie dedicado al diseño de productos femeninos, o que entiende las experiencias femeninas, eso va a lastimar a la compañía.

 Encontramos que en mi país y en México estamos celebrando a esas mujeres que han roto el techo de cristal de las corporaciones, pero para la mayoría ese techo sigue siendo muy duro, de concreto.

Si no quieren reconocer el papel que juegan las mujeres en el negocio, piensen si quieren o no que su negocio crezca y prospere. La diversidad no es algo lindo que hay que hacer, sino lo inteligente y estratégico para que los negocios prosperen.

¿Apoya las cuotas de género en empresas privadas y públicas?

No tengo una posición personal al respecto. Tengo muchos amigos que me dicen que se acercan a un punto en donde tal vez sea la única solución para lograr el cambio.

En Noruega, por ejemplo, han hecho esto como política pública y ordenado que cierta cantidad de posiciones en las compañías, en la junta administrativa, sean ocupados por mujeres. Después de un tiempo será interesante ver qué diferencia hizo.

Quiero creer que no necesitamos cuotas y que estas decisiones se van a hacer porque la realidad dice que es lo más inteligente. Pero no sé si lo logremos. Sé que en la política, si no fuera por cuotas, las mujeres estarían excluidas de las tomas de decisión, aun en los niveles más bajos del gobierno. Y donde han sido establecidas, estamos viendo resultados muy positivos.

Las cuotas, reservas y acciones afirmativas que tratan de abrir las puertas, a veces son la única forma de hacerlo. Con suerte, más negocios lo verán.

¿Puede explicar cómo el programa The Pathways Agenda puede beneficiar a las mujeres de los países latinoamericanos que tienen acuerdos comerciales con Estados Unidos?

Mientras trabajamos en la participación de la mujer en la economía, he encontrado que en acuerdos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados  Unidos, México y Canadá, las mujeres no se están beneficiando tanto como podrían.

 A veces no saben cómo hacerlo, sus empresas no están listas para la exportación, necesitan mejorar sus productos o dar servicios de mejor calidad. Deben ser capaces de producir en gran escala y cumplir con los requisitos. No es falta de talento o habilidad, es falta de entendimiento, entrenamiento, y muchas veces los mentores hacen una gran diferencia.

El año pasado con el Pathways trajimos a Washington a mujeres de todos los países de Latinoamérica con los que estamos involucrados en exportaciones para conocer a sus homónimos en la comunidad de negocios. Fue extraordinario. La meta era arrancar negocios entre los países con más pyme listas para exportar.

Creo que muchas veces falta reconocer que las mujeres tienen mucho que aportar a los negocios. La manera convencional era no considerar hacerlo así. Nuestra meta en Pathways es que no haya problemas de calificación o para la exportación, sino entrenamiento, mentoría y creación de redes de mujeres para sacar mayor provecho de los acuerdos comerciales. Espero que en los meses venideros, EU pueda colaborar más con el gobierno y el sector privado de México.

¿A qué empresaria admira en los negocios?

Lo que más admiro en mujeres así, es que no quitaron la escalera una vez que llegaron a la cima, sino que ayudan a subir a otras. Eso es algo que veo más y más en la comunidad de negocios hoy en día.

Las mujeres en el sector privado que han llegado a posiciones ejecutivas le recuerdan a sus empresas la importancia de invertir en el talento que representan las mujeres, y que no están cerrando las opciones porque ellas lo lograron y se convierten en el catalizador para ayudar a otras.

En Estados Unidos hay otra revista que, como Expansión, tiene el ranking de ‘Las mujeres más poderosas' y junto con el Departamento de Estado han creado un programa de mentoría para que jóvenes empresarias de países en desarrollo puedan ir a EU, donde son enviadas con mujeres empresarias y pasan tres semanas en una compañía aprendiendo lo que no podrían en su país.

¿Cree usted que México está preparado para tener una presidente mujer?

Espero que sí. A veces me pregunto si EU tendrá alguna vez una mujer presidente. Estoy segura que sí. Llegará el día en que llegue una mujer (en ambos países) y demuestre lo que puede hacer. Ya sucedió en otros países. África tiene a su primer presidente mujer; hay varias en Asia y Europa, y llegará el día para los nuestros.

TRÁFICO DE MUJERES

Ante el alarmante problema del tráfico de personas en el mundo, CNN lanzó en marzo de este año la iniciativa ‘Proyecto CNN para la Libertad: Poniendo fin a la esclavitud en la era moderna’, para denunciar y crear conciencia del fenómeno a través de todas sus plataformas.

Las mujeres son las más afectadas por este delito, pues son convertidas en víctimas de tráfico y explotación sexual; la embajadora para asuntos de la mujer, Melanne Verveer, reconoció que ha estado involucrada por 15 años tratando de buscar una solución.

“Mi primer experiencia fue cuando Hillary Clinton era primera dama. Estábamos en Europa del Este y varias mujeres se le acercaron y le dijeron: ‘Las mujeres están desapareciendo, se les promete trabajos, creen que los tendrán y, sin importar si son de aldeas o de la ciudad, desaparecen…’ Con el tiempo, trabajamos en Estados Unidos para aprobar una ley que se enfoca en tres áreas: proteger a las víctimas retirándolas de las situaciones en las que se encuentran; segundo, prevenir dando a la gente oportunidades de trabajo y, tercero, juzgar a los traficantes de humanos. Es un negocio criminal, multimillonario y trasnacional que afecta a cada país, incluyendo el mío”.

Y añade: “Es uno de esos problemas que necesitan al gobierno, porque sólo el gobierno puede juzgar a los criminales; necesita a la comunidad de negocios, a la sociedad, a todos. Creo que CNN, con el Proyecto Libertad, ha hecho un enorme servicio a la comunidad mundial”.

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