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Temas obligados

Empresarios y reguladores escriben sobre temas de interés.
lun 26 septiembre 2011 12:30 PM

 

EDUCACIÓN
El valor de la enseñanza
El también presidente de la Junta de Gobierno del ITAM comparte los factores clave para invertir en las nuevas generaciones.
Por Alberto Baillères, presidente de Grupo Bal.
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Por sus frutos, la educación es el factor más importante del progreso social. Se logra conforme cada generación de mexicanos esté mejor preparada que la anterior. Cuando dominen el lenguaje y los métodos cuantitativos, y puedan desarrollar el conocimiento tecnológico, científico y humanista. En definitiva, el progreso social se consigue cuando cada generación tiene mejores actitudes y hábitos de responsabilidad y de disposición al trabajo.

Invertir en educación vale también por su rentabilidad. Los aprendizajes inciden en la capacidad productiva de las personas, que los economistas miden calculando la tasa interna de retorno de la inversión en educación, al comparar su costo con los beneficios que resultan de una mayor remuneración de los educandos. La tasa de retorno relacionada con la educación básica excede 20%, mientras que la del bachillerato y la superior, 15 y 10%, respectivamente. Por mi experiencia puedo afirmar que hay muy pocos proyectos de inversión que obtengan rendimientos tan altos. Además, reconozco que la educación contribuye a la convivencia social y a la convergencia de oportunidades, lo que genera un valor social muy apreciable pero difícilmente medible.

El mero desembolso de recursos no se traduce necesariamente en una mejor calidad de la enseñanza. Gastar más no significa invertir más. Así, tenemos un gran reto como nación: mejorar la eficacia del gasto educativo público y garantizar la plena rendición de cuentas.

GLOBALIZACIÓN
Líderes sin fronteras
El CEO de la embotelladora más importante de México destaca la importancia de arriesgar y emprender para construir un mejor país.
Por José Antonio Fernández Carbajal, presidente del consejo de administración de FEMSA

Contar la historia de una empresa centenaria como FEMSA permite reflexionar sobre la importancia que tiene renovarse o morir. Desde nuestra fundación en 1890, uno de los desafíos más importantes que hemos enfrentado para permanecer y crecer ha sido innovar.

Innovar es un reto constante e implica crear una forma propia de hacer las cosas. Arriesgarse, emprender y, en ocasiones, construir desde cero, así como imaginación para nuevas ideas y soluciones. Al mismo tiempo, capacidad de análisis, calcular la viabilidad de las ideas y contar con un enfoque que permita estimular la diferenciación.

Con innovación es como Coca-Cola FEMSA se ha convertido en uno de los embotelladores más importantes del sistema Coca-Cola, y como Oxxo se volvió la cadena de tiendas de conveniencia más grande y rentable de Latinoamérica.

El enfoque global también requiere de una adaptabilidad cultural. Es fundamental estar abierto a los cambios, respetar y dar cabida a las diferencias, pues todo esto nutre la forma de hacer negocios y mantiene viva la capacidad de aprendizaje.

Sin duda, no debemos olvidar nuestra responsabilidad como empresarios.

No hay recetas ni caminos fáciles, ¿Qué es lo que hemos aprendido? Que no hay desafíos imposibles. Tenemos la certeza de que siempre hay una forma de afrontar los retos, con optimismo, innovación y trabajo.

Nuestra decisión es seguir y honrar la filosofía que hemos heredado, con hechos y acciones que generen valor y cumplan la promesa de participar en la construcción de mejores países.

COMPETENCIA
A los empresarios de México
El zar antimonopolios se compromete a fomentar el equilibrio en los mercados y advierte que los privilegios dañan la competividad en México.
Por Eduardo Pérez Motta, presidente de la Comisión Federal de Competencia.

Déjenme confesarlo: soy su admirador.

Pocas cosas me parecen tan inspiradoras como su capacidad para crear valor para sus empresas, empleados y clientes en las difíciles circunstancias del país.

No hay duda de que el talento empresarial sobra. Y, qué bueno, porque si no lo hubiera sería casi imposible fomentarlo desde el gobierno. La tarea del gobierno es otra: asegurar que quienes tienen el talento y el arrojo para emprender encuentren un campo parejo de juego que les permitan seguir con sus proyectos sin toparse con trabas que les impidan competir.

Uno de los objetivos de la política de competencia es establecer las condiciones para que gane en el mercado quien lo haga mejor, no el mejor conectado o privilegiado.

Si no hay competencia, no sólo salen perdiendo los empresarios que no tienen acceso a los mercados, pierden los consumidores, que tienen menos opciones y pagan de más. Pierde nuestra economía, que se ve privada de la productividad y la innovación de la actividad empresarial. Perdemos todos.

Seguiremos inmersos en los conflictos que surgen al afectar privilegios establecidos y lucrativos. Es parte de la chamba. Si fuera fácil, ya la habríamos terminado.

Pero no se nos olvide que lo que hace la CFC es de enorme importancia para los empresarios. Nosotros no ponemos la semilla, ni el fertilizante, ni el riego, sino que aramos la tierra para que quienes estén dispuestos a sembrar, a alimentar y a cosechar, puedan hacerlo en condiciones parejas.

FINANCIAMIENTO
Ahorren y presten
El regulador llama a los jugadores del sistema financiero a incorporar a nuevos clientes y a diversificar las líneas de crédito.
Por Guillermo Babatz, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

El Sistema Financiero Mexicano está llamado a fungir como promotor del desarrollo del país, al ser la pieza para transformar el ahorro de los mexicanos en financiamiento para la inversión en proyectos productivos. En la medida en que la banca y el resto de los intermediarios canalicen dicho ahorro de manera adecuada, nuestra economía crecerá a ritmos más acelerados con el consecuente beneficio para las familias.

Hoy, un importante porcentaje de los ahorradores está optando por mantener su patrimonio dentro del sistema financiero, que se evidencia al contar con un ahorro financiero total de 73% del PIB. Esto representa una muestra de la confianza hacia los intermediarios.

Aun reconociendo la labor para captar más ahorro, seguimos muy lejos de países como Chile (87%) o Corea (124%). Para lograr vencer el reto de incrementar el ahorro formal, es necesario incorporar a nuevos segmentos de la población al sistema financiero.

Por otro lado, el financiamiento total en México asciende a 72% del PIB. Aun cuando este tipo de crédito mantiene una tendencia al alza, no podemos dejar de señalar su alta concentración en los corporativos, por lo que es necesario incrementar la participación de las pequeñas y medianas empresas en este segmento.

Sólo a través de las iniciativas que se desarrollen para hacer crecer el ahorro formal y diversificar el financiamiento podremos incorporar a los 5.2 millones de personas que están fuera del sistema financiero y apoyar a las pequeñas empresas que carecen de fuentes formales de financiamiento.

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