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El diablo del presupuesto está en detall

De poco vale que los recursos para abatir la pobreza crezcan si no se ataca de fondo las causas de este mal endémico.
lun 10 octubre 2011 01:15 PM

A partir de la definición de tres prioridades (seguridad, crecimiento económico y desarrollo social), el Ejecutivo federal ha creado un proyecto de presupuesto para 2012. Si bien éste mantendrá la estabilidad si el entorno económico internacional no se torna demasiado adverso, no contempla verdaderos mecanismos contracíclicos ante un escenario en el que la desaceleración económica de Estados Unidos es un hecho. Se trata del proyecto de un presupuesto inercial, con algunos rubros de gasto que nunca cambiaron durante el sexenio, lo que explica, en parte, por qué a pesar de gastar más de la mitad (56.2%) del gasto programable en desarrollo social, la pobreza sigue aumentando.

Para las acciones de seguridad se prevén 147,270.5 millones en las funciones de seguridad nacional, orden público y seguridad interior, y justicia. Lo anterior corresponde a 10.7% más que lo que se aprobó en 2011. Cada año, estos recursos se han asignado a enfrentar y someter a criminales, en mucho menor medida, a reconstruir el tejido social.

Esta reconstrucción del tejido social se ha intentado realizar a través de diversas políticas, programas y acciones. El total del gasto previsto para estas labores, que parecerían ser estratégicas para atender las verdaderas causas de la inseguridad en lugar de seguir combatiendo los síntomas, es de 9,326 millones; es decir, apenas 6% de lo que se proyecta para seguridad corresponde a programas de prevención del delito.

En algunos casos, lo anterior resulta en montos que serían ridículos si no implicaran consecuencias potenciales trágicas. Por ejemplo, la demanda sobre el programa Escuela Segura sobrepasó la meta por casi 10,000 escuelas en 2010 (de la meta de 25,651 escuelas se acabó atendiendo 35,198). Sin embargo, el presupuesto para este programa no aumentó lo necesario para 2011 ni en el proyecto de 2012. Si se dividen los 329.6 millones de pesos proyectados entre las 37,000 escuelas que se quiere atender en 2012, quedan 8,908 pesos por escuela, monto a todas luces insuficiente para crear una agenda de seguridad escolar.

En el tema de crecimiento económico ocurre algo similar. Se asignan recursos cuantiosos, pero cuando uno ve los detalles de algunos programas se evidencia que hay cuestiones urgentes que no están entre las prioridades del gobierno. Un ejemplo de lo anterior es el apoyo a programas productivos de empresas en Solidaridad, para el cual se prevé una asignación de 2,158.5 millones de pesos en 2012. En palabras de la SHCP, este programa está dirigido a "ampliar la capacidad productiva de las empresas sociales y fomentar proyectos productivos de personas en situación de pobreza", sin duda, una de las acciones más urgentes que tendría que atender el gobierno de un país en el que, de acuerdo con el Coneval, 46.2% de las personas son pobres. Sin embargo, dichos fondos son insuficientes. Apenas 20,000, según el PPEF 2012.

Pasa lo mismo con los 676.5 millones que se prevén para impulsar la economía digital, el comercio y la innovación, y para la promoción y fomento del desarrollo y la competitividad de los sectores industrial y comercial.

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A pesar de avances innegables en el acceso a algunos derechos, como salud y vivienda, la poca atención que ha puesto la administración actual en atender la creación de empleos a través de programas productivos y destinados a la capacitación para el empleo (junto con otras variables estructurales como un modelo orientado hacia las grandes empresas exportadoras y que privilegia, por ejemplo, el equilibrio presupuestario sobre el crecimiento) han resultado en que las condiciones de pobreza y desigualdad no se modifiquen y que, por el contrario, ahora haya más personas con pobreza de ingresos que cuando empezó este gobierno.

La discusión tiene que tomar en cuenta las opciones para vitalizar una economía que no crece, y la discusión sobre el presupuesto debe estar en el centro de las propuestas sobre cómo generar las condiciones que nos permitan crecer.

El autor es coordinador del Área de Presupuestos y Políticas Públicas de Fundar, Centro de Análisis e Información.

Comentarios: opinion@expansion.com.mx

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